Se acerca el día. superado el ostracismo de la locura. Se acerca el día. Viene plagado de un brillante celeste matinal, con el aire fresco de la mañana y la energía necesaria para vivir. Se acerca el día plagado de vida enérgica y superadora. Se acerca el día incrustado, afeminado y liberal del sol golpeando en la nuca, de los borbotones de agua salada recorriendome. Se acerca que día que cerca y comprime hasta obligarme al ser, a sentir la vida que se impone, a obligarme a sentir a pesar de estar muerto hace mucho tiempo. Se acerca para patearme la cara desdichada, el rostro desfigurado ya, por la insoportable indignidad de la renuncia. Se acerca el día que no quiero ver al rostro porque es tan desdichado que aborrece las indignidades del diarias. Se acerca el día menos pensado, el del horror del momento indescifrable, idéntico a los otros, patético e irresistible.
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