martes, 13 de junio de 2023

Buffer

 




¿Quiénes somos, qué fuimos, qué seremos?

Se conjugan en la ansiedad del alumbramiento. 

Comenzar a nacer ya ha sido:

un nombre, una identidad, un proyecto.  

Al encuentro...

de las artes, de la música, del sentimiento.

En la maternidad dolorida que se repara 

el amor se manifiesta por completo: 

es la entrega cotidiana del cuidado

es mi voz que con palabras remedo;

el cariño cotidiano de esperarte,

de acompañar el desvelo.

Verte crecer dentro del vientre

anidada en las entrañas; verte nacer anhelo.

Acariciarte diminuta…

ante el mágico momento asoma un pequeño ego.

Milagrosa creación que deja mi voz trunca,

vivir presente manifiesto. Es mi vida es la tuya y el deseo,

Son los años venideros, el pasado…

tu futuro y los nuestros.


Recuerdos

 

Recuerdos

                                                                      A Juan Carlos Martínez 

Tu porte frente al espejo, brocha en mano dibujando la paciencia.

El elogio a flor del pecho, torso erguido y el encanto

en la palabra el aliento, en mi mirada el perdón a aquel soneto.

Y el elogio desmedido, a los artistas que aún no fueron. 

Dulce guía de los destinos, trabajador incansable del verbo,

buscando la voz exacta que diera voz al obrero…

Gestor de la cultura independiente, solitario,

 fuerza autónoma, vehículo de escritores en proceso. 

 De pintores su mecenas, antólogo de lo incierto.

Ediciones colectivas, mancomunando el deseo, 

la voz del coplero te revive en sus raíces de tierra adentro.

En ese afán de explorar virtudes en aquel bodegón de 1900

pergeñaste colecciones que exploran la dote del verso, 

el trabajo del artista modelaste, sin eclipsar los sueños,

 sin dilapidar antojos lograr trascender el momento.

Te seguimos extrañando, tu presencia se hace pueblo

los poetas hoy presentes hacen firme el recuerdo 

es Santiago que te llora y tus hijos que añorando

 van transitando el tiempo. 

Ganamos vida en la vida, 

En este sótano germinado de musas,

Hoy con vos me encuentro.  




Directrices

 





Directora de los sueños que conquista voluntades,

siembra espacios de consenso va hurgando en los deseos

desestima el desatino, estimula los proyectos.

Directora de oportunidades que surfea el conflicto

Allí donde nadie aspira, se sumerge en el abismo.

Directora firme, inquieta, no le alcanza el criticismo

para desterrar la pasividad e instalar el desafío. 

Directora que gestiona en la estéril burocracia

Ya vendrán tiempos mejores, sigue esperando la instancia

de dejar atrás preocupaciones trasnochadas. 

Directora preocupada que va creando destinos

invadido su descanso: padres emociones, los niños,

Porque el fracaso arrecia, donde se instala el nihilismo.

Directora de los pobres que sólo anhela el futuro

que destierre profecías y prepare los caminos:

de familias en progreso, hacia el pibe los principios.

Directora de pan, paz y trabajo, de un país como un granero

de creer en las buenas intenciones, de confiar en uno mismo

de universidades repletas de abogados, maestros y médicos.

Directora de los planes de paliar el hambre ajena

DNI, módulos alimentarios, varias vacunaciones, 

sosteniendo comedores y la universal asistencia.

Directora de emociones, de divorcios y abusos

En instituciones frágiles donde queda el desamparo 

de los niños vulnerados y de padres olvidados.

Directora de docentes que han perdido el encanto

de la enseñanza esmerada por un jornal no actualizado,

del amor por aprender, de jugar y reír ¡Vivamos! 

Directora que pide, pide y pide lo que le exigen

Y pierde el espacio de explorar lo que subsiste 

Por no cuidar lo que está vivo, por no desarrollar lo esperado;

por no proteger lo cuidado, por no expresar de algún modo

el deseo olvidado. 

Directora que demuestra, en el hacer el modelo

Cuestionada por algunos, despreciada por los nuestros

Que errónea o indecisa va sentando precedentes

de los cambios, de procesos que llevan alto el aliento.

¡El aprendizaje por bandera, en este momento incierto! 


Mi sonrisa

 


Mi sonrisa


Me miro al espejo y veo las marcas

de pequeños surcos poblando el gesto 

¡no puedo evitar aquellas, son pruebas, 

la felicidad que me colma es esto!

Expresión de la experiencia es la herida

emoción que se pliega con los años

Vuelve a aflorar el estigma de la vida

Dejo paso a soterrados daños.

Semblante sin alegría sería porcelana

la felicidad dibujada en las patas de gallo.

Mis fruncidos la ventura constatan

testimonian que no estamos impávidos.

No obtendrás un aspecto pétreo

en la exteriorización de mi dicha arrugada. 

Revelaré en cada pliego la fortuna

de haber crecido emocionada.


Hubo un tiempo

 

 

Hubo un tiempo
 

Hubo un tiempo en que…

 no reclamé el latir a mis venas

Perdí el tránsito pasiva y quieta

Obturaba mis sentidos, olvidaba mi bicicleta 

El rodar enérgico y la alegría

del empuje, la emoción cinética,

 los músculos imprimiendo vida;

pedaleé emociones de la pérdida.

Sin la brisa del deseo, deformadas por el tiempo

 truncas fluían mis ruedas

cuarteadas y emparchadas soportaban 

el aire, el peso de mi existencia. 

Hoy tiro el freno a la rutina 

de fecunda orfandad me doy respiro.

No recuerdo, eres ya un rayo de olvido. 

No reniego de palabras vanas,

que en el desierto de voces mi voz silencia.

Cactus son los vellos que cubren mi piel añeja

la necesidad de vida se oculta tras la púa

que puja la vida incierta.


Ne velis violare