viernes, 22 de diciembre de 2017

La muerte




Qué expresa esa actitud cínica de evitar la conmiseración abiertamente, la desarticulación mediante del acartonamiento y la flojera innegable de las articulaciones?
Por qué las palabras se agolpan en desmesuras que los sentidos no logran racionalizar?
El silencio hace su entrada cuando la nada toma posesión del todo. Encubrimiento macabro de vitalidad obsoleta que acapara el pensamiento, la voz y la vida. Mudez inconclusa, rezagos. Vestigios de vida. Eros malsano que aparta  sospechas, resume trivialidades, encuentra culpables, aleja y sentencia.

jueves, 21 de diciembre de 2017

Anécdotas de escuela. La planilla de promoción.


Cuando yo tenía 20 años y recién empezaba mi carrera docente trabajaba en una escuela de chapas, de chapas era toda: paredes de chapa, techo de chapa y una ventanita enrejada de chapa. Era una pequeña lata de sardinas en la cual llegado el verano el calor y los estados administrativos se tornaban insoportables. Difícil de digerir era en esa instancia a la directora que comportándose exigentemente quería dejar todo en orden para el cierre del ciclo lectivo, como mucho 10 de diciembre.
En esas semanas había que preparar la planilla de promoción la cual debía superar la comisión correctora para poder tener el visto bueno y uno tener el placer de decir " feliz año...!!!" y retirarse triunfalista, cruzando con orgullo la puerta principal y esperando que nadie te chistara justo en el momento en que ponías un pie en la vereda para reclamarte que la "a" no está lo suficientemente redondita o que los apellidos llevan solo la letra inicial con mayúscula, o que están muy pegadas las letras, o la "t" que tiene esa curvita en la parte inferior se su trazo se toca con la letra siguiente... Que no se puede borrar! Entonces comenzaban una serie de artimañas insospechadas para pasar desapercibido: el típico borratinta, que a veces dejaba agujeros o un palimpsesto denunciativo por debajo del error; la goma gris y blanca que bien usada y evitando los pelillos que deja el papel al ser desgastado cumplía muy bien su misión secreta...salvo cuando aquella presidenta de la comisión correctora (maestra astuta a punto de jubilarse) ponía la hoja frente a una fuente de luz y lograba desenmascarar el engaño. 
Con el tiempo estas menudencias se fueron relajando y los pibes pasaron a llamarse de maneras distintas según se tratase del registro, la planilla, su certificado de estudio o el DNI. Gómez, Daniel Carlos; Gómez, Carlos; Gomes, Carlos D.; etc. Una amplia gama de combinaciones que resultan a la fecha una tortura de trámites burocráticos para ser reconocido como la persona que terminó sus estudios en esa institución, tal como lo acreditan los estados administrativos.
La vida institucional hizo que de aquellos días tan sufridos, rescatara un aprendizaje: evitar ser más "papista que el papa". Si bien había formalismos para cumplimentar siempre me guió la conciencia del hacer más que el concepto de prolijidad. Punto flojo en este pequeño espacio en el que habitamos donde todos miramos para el mismo lado, donde el lugar ajustado del deber ser nos controla y no hay lugar para ser diverso, mucho menos cuando de papeles se trata. Ahí estaba nuevamente dentro de la pequeña lata claustrofóbica, intentando hacerme la freedom cuando viene una maestra con una planilla de promoción toda arrugada. Me llama la atención, dada mi mala costumbre a hacer todo rápido y desprolijo pero hacer. Me dice que por el renglón que dejo libre la prosecretaria le dice que la tiene que hacer de nuevo. Espontáneamente me sale: la tenes que hacer de nuevo por todos los borrones y arrugada que está esto!!! Es cualquiera!!!. Pero la tengo que hacer de nuevo?? Si, respondí a través del cuadradito de chapa abierto que nos separaba.

domingo, 10 de diciembre de 2017

Yo. Tu


Conmigo cogés, con ellos reís, con él pensás, con todos creas, con otros compartís, con aquellos soñás, con los mismos dialogas, con estos discutís, siempre disfrutas y solo a mi lado vivís.

lunes, 9 de octubre de 2017

Amarre

Amarrado a tu destino
Transité camino incierto
Descubrí en la adultez
El sabor  desconocido
El silencio inaudito.
Amagué dejar atrás
El modelo dolorido
El amargo entristecer de los sueños concluídos
Soledades despechadas 
Triste dueña del destino
No pude, no quise, no supe
Abarcar el desatino
Replegarme en frustraciones
Afrontar el cruel destino
Amarrada vas creciendo
Desamparo de tus hijos
Crines sueltas a la vida 
Rayos débiles que suspiran
Que te buscan anhelantes 
Contenciosos te respiran 
Amarrado a tu destino
Busco el propio desatino
Veo y sufro cual si fuera
Un reflejo sucio, impío.
Desearía alejarte
Ser tu nido, tu cobijo
Ser aquel que hubiera sido
Amarrado a tu suspiro
Proteger aquellos años
Ser licencia, ser engaño,
El espacio al desafío
El momento del encuentro 
De tu luz, mi sol, mío.
 

domingo, 8 de octubre de 2017

Miramor

  


                                                                          Te miro
te busco, te encuentro, te siento.
Te palpito, te aspiro, te respiro, te huelo, te transito, te recorro, te imagino. Te modelo, te acaricio y te amasijo. Te rasco, te araño, te mordisco. Te marco, te alejo, te reprimo. Te reprendo, te celo, te olvido. Te admiro, te deseo, te envidio. Te escucho, te tolero, te observo, te oteo y relojeo mis miradas en tus pupilas me encierro. 

domingo, 1 de octubre de 2017

Soledad

Tantos años de mañanas y no estuviste aquella
Tantos días compartidos y te busqué esa jornada
¿Es la bruma del encuentro que no nos deja?
¿El cansancio concentrado que no renueva?
¡Decidme si al final de mi tarea estaréis!
Decidme si te encuentro en otros planes,
 si innecesariamente fui la estrella
de tus luces, tus proyectos, la espera...

martes, 12 de septiembre de 2017

Maestra



Ser docente desde el primer juego simbólico, desde el primer día en que le indicaste a tu compañera de juego cómo debía hacer las cosas, desde el día que asumiste el mandato paterno y no quedó lugar a dudas; desde que te rebelaste ante lo superfluo, ante la prolijidad y la paquetería del cuaderno, Rivadavia y sus agujeros, tinta corrida por la ausencia del diestro. Docente desde que  supiste inmediatamente que lo importante y realmente valioso no estaba en lo que los otros ven y valoran sino en lo que hay para decir, hacer, desde adentro. Docente te  enseñaron a defenderte, a tener sentido de justicia y orgullo, a enfrentar el juicio de tilingos advenedizos, a superar "lo nuevo". Maestra, magnánima y sin rencores entiende todo, supera y espera el tiempo. Maestra que en dos ruedas pedaleaste contra viento y  tormentosos días en la villa, derrotero. Maestra matancera, donde quedan tantos sueños, tanta vida, tantos duelos.  Docente cuando decidiste regalar tu tiempo, lograr una sonrisa, salir a flote justo en ese momento. Docente que busca por conventillos inciertos aquel anafabeto que no da con el derecho. Maestra siempre, tras tantos caminos, que el desconcierto abunda en lo que es verdadero. Maestra se siente!


viernes, 11 de agosto de 2017

Y seremos libres por prepotencia de trabajo!!!!

Elogio a la imperfección: desconocer el camino, dudar de los destinos, arbitrar libertades, no ver los desatinos.
Te quiero así imperfecta e ilusa, creyendo que sobre tus ciernes se debate el destino. Arriesgando en cada esfera un pedazo de tu sueño, de tu vida, de tu sueño. Te quiero absorta en tus juegos cotidianos de luchar contra la vida, aunque el vicio de los días tan tranquilos no den prisa. Te quiero, idealista de fracaso conquistando fantasías de logro, abstraídas, realidades construídas. Espero ciego de ilusiones que en el paso de los días, derrotero de esperanza de un laúd, tú transitas. Por los días, por las noches de desvelo, por el peso de misiones concluídas; por jornadas venideras y acciones que aquí mismo se iluminan, por mañanas evaluativas y lo que espera del día... por la mirada de aquellos y las pasiones del día, por tu sonrisa tan plena y tu lectura tan mía, por locuras antedichas, por lo dicho aún callado, por este Sol que me ilumina...
El trabajo es el destino. Obreros fabriles hecha vida la esperanza, en un sueño hecho carne, revertido su destino, de las siembras de las crías, de los sueños compartidos. Hecha trizas en la desgracia, de ilusiones destruídas de una vida de esperanzas mal pagadas, olvidadas, perimidas. Te destierro, mal funesto, destrucción y malherida, transitar el sueño eterno de labores, liberaciones, conquistas de subterfugios del alma, obstruída. El trabajo, el mandato, necesidad digna: ser y entregar energía, renovar y agotar para reanudar. Insistir, seguir, obstinadamente, y sin prisa ni alarmas, adelante de a milímetros, aunque la distancia recorrida no la vea nadie, aunque el tiempo parezca dilatarse, aunque los días se repitan uno a uno si delay, adelante. Y en el tránsito el reflejo de aquello que dejare, de encuentros inesperados y recuerdos inmemorables, de conocimientos nuevos, imperdonables despojos, indeseables.
Yo pisaré Scasso ensangrentada en un acto de locura nuevamente. No dejaré los campos de una década en manos insurgentes. Arremeteré el sueño o el mandato de los otros como el proyecto que una vez supo ser desafío propio en la precocidad de la desidia, del fracaso y el desencanto lo único que no falta es la PREPOTENCIA DE TRABAJO.

jueves, 27 de julio de 2017

Piel dulce pelo negro ojos cafés


"Ella dice que deberían llegar a vivir como lo hacen,
con el cuerpo cansado en un desierto; en el espíritu, el
recuerdo de un solo beso, de una sola palabra, de una sola
mirada para todo un amor".   Marguerite Duras

viernes, 7 de julio de 2017

Profesor taxi


Corriendo como todas las mañanas, intentando dar el ejemplo y no cargar con mi estrés de culpa el inicio de la clase entré en 5° 2° para encontrar una media docena de caras semifrecuentes entre la veintena que debería estar allí para disfrutar del “encuentro”. Siempre entro recalcando la alegría volver a verlos tras semanas de paros, ausentismo docente por enfermedad, otras cuestiones burocráticas ajenas a la responsabilidad docente y siempre recibo de ellos un “¡y si usted no vino!. Tras ese hermoso recibimiento abrimos libros y carpetas para ver dónde habíamos dejado y descubro que siempre fue mucho más el recuerdo de la clase en la que habíamos discutido “Cabecita negra” o la lectura antiperonista de “Casa tomada” que lo que había quedado plasmado en la carpeta. Pregunto si pudieron hacer el relato recuperando el concepto del “cabecita negra” y vuelven a surgir las historias de discriminación, el uso del término negro de m…
Ahora… ¿qué pasa? Pudimos hablar mucho al respecto, pudimos dar ideas de cómo comenzar un relato, pudimos establecer los narradores, pudimos desterrar el prejuicio de que la narrativa puede basarse en un yo, pero principalmente no debemos pensar que “Ese es yo”. Siempre insisto en el concepto de que al igual que otras materias el conocimiento lo tienen ellos, lo expresan lo cual no quiere decir que “sean ellos”. Obviamente es inevitable, la resistencia parte de la lectura de textos que los atraviesan directamente, que los interpela y vinculan con la propia vida. Los textos les preguntan quiénes son, por qué les tocó vivir esa realidad. Es la imposibilidad de la escritura de Semprúm, es “escribir o vivir”. Encontrar como Barthes que uno escribe por aburrimiento o para no agarrar una pala y cavar su propia fosa es una tarea no del todo sencilla cuando el mundo se presenta como un lugar inhóspito ante el cual la “escritura del yo” es una válvula de escape acerada, replegada y oculta para evitar sucesivas perturbaciones o liberaciones inservibles, que no pueden modificar las condiciones materiales, sociales, emocionales de esos jóvenes. La consigna muchas veces queda irresoluta, se resuelve grupalmente o empecemos a “flashear chicos” : “se puede vivir sin pensar…” termina el cuento de Cortázar y  yo lo planteo como pregunta. Automáticamente salen las disertaciones más elocuentes, ahora, frente al “Cabecita negra”, frente al “Gato negro”, la cosa se pone más difícil. Está en juego ¿¡quién soy!? Comienzan las preguntas: ¿está bien cómo voy, puedo poner así, me lo lee, risas, comentarios grupales, pero no hay escritura…? Como dice Arfuch, “todo relato de la experiencia es (…) expresión de una época, de un grupo, de una generación, de una clase, de una narrativa común de identidad” (2002: 79). Una identidad que en este caso entra en desasosiego y le cuesta distanciarse para poder narrar lo que conoce y de aquello que está muy distante, le cuesta encontrar las palabras para representar lo que desconoce.
Y yo ¿quién soy? ¿quién escribe sin encontrar el auditorio?

Parias


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Parias, desolados, nihilistas y perdidos;

desencanto y melancolía declaman aturdidos.

Ilusión hecha poesía salada, exudada

desidia del día. Lugar para el reclamo, gritos aclamados,

angustia blanca reconcentrada de ignorancia, desasosiego…

No saber: la espera irónica se toma un descanso

mientras el oboe tristemente retiene los trinos.

La copa de vodka, seco garguero del alma,

disfruta de los labios libidinosos.

Las manos que no se entregan a otras manos.

Los cuerpos estiran, las voces murmullan,

la puesta respira, la Rusia cobra vida, La Vida.

Vivir el desencanto, vivir el aburrimiento

vivir la decadencia, vivir del pensamiento

soltar la furia, desgarrar los cuerpos,

tensar las pieles, genitales sueltos,

ocultar vergüenzas, perversiones secas.

Sueltas el ruido y las miserias

para despertar mañana enlodado, esperas.

 


[1] PARIAS - TEATRO SAN MARTÍN - Temporada 2017. Basada en “Platónov”, de Anton Chéjov. Traducción: Alejandro González. Versión: Guillermo Cacace y Juan Ignacio Fernández. Dirección: Guillermo Cacace. https://youtu.be/6SW_Q2ALA5k

lunes, 19 de junio de 2017

Thánatos


¿Y quién será el padre ahora?

quien cuide mis destinos, valore estos tránsitos

contemple mis fracasos.

 

¿Quién será el padre siempre?

quien vele por los míos, desangre ilusiones,

añore sin perjuicio.

 

¿Quién fue el padre antes?

antes de conocer el olvido, antes de ser olvidado,

antes del destierro insospechado.

 

¿Quién será ese padre inexistente?

el que sostuvo mi mano crédula, el que juró amor eterno

el que desapareció en el tiempo.

 

¿Quién ha sido él forjando su destino

transita su fracaso, ahogado en su delirio?

 

¿Quién hubiese sido si amando descendencia,

añora con dulzura paciencia de sus pasos?

 

¿Quién habrá de ser entonces raíces de lo nuestro,

se enraíza en el recuerdo y nutre nuestro suelo?

 

¿Quién podría haber sido plena existencia firme,

presente en esta alma destrozada de vacíos?

 

 

 

 

 

 

El padre es la muerte que se acojona

vira sobre sus talones y vuelve sobre su marcha;

recuerda el desencanto, se relame de tristeza;

perdura en la sola idea obsecuente y fastidiosa

de dar por terminado aquello que nunca llega.

domingo, 11 de junio de 2017

Tu reloj, nuestro tiempo


Tu reloj, nuestro tiempo

                                                                                                            Oscar, artesano de la vida

Fue tu tiempo el tiempo de los jóvenes:

reloj de arena tintineante de vida;

medida incauta de las almas en ciernes;

espacio del tiempo que alojas cimientes;

pedazo de cielo, proyectos en mente.

 

Fue esta vida que te dejó sin prisa…

Sin aire respiras el sol que iluminas,

pausada la fuerza de pasiones vivas

enciende ilusión tu recuerdo en vilo,

añoranzas plenas de placeres, de vinos.

 

Ganas me quedaron rondar por las fondas,

las charlas pausadas de la colección que añoras,

libros, vinos, juegos, un billar que aflora

como un estandarte de tu voz ronca.

 

Mirada dulce que esconde el recelo

de viejas historias, de noches sin sueño,

de resentimientos fluídos de odio,

de nacer humano y ser roble añejo.

 

 

 

 

 

Y fueron quebrachos tus piernas, tu alma

y fueron de pino tus manos cansadas.

El tilo cubrió tus sueños maduros

¡trastoca el reloj que cambie su rumbo!!

 

Danos el tiempo necesario y limpio

de momentos firmes, de amores tristes

de pasar instantes plenos de saberes…

¡que tus canas blancas refresquen mi mente!

 

Porque las ganas no te abandonaron,

ni la obstinación de sentirse vivo

de pensar el cuerpo como ya el olvido;

saborear las vides, retomar los goces

alejar los males como sueños atroces.

Hedonista acérrimo enseñadme el camino

de la vida plena, ¡sin tanto nihilismo!

lunes, 15 de mayo de 2017

Arreglador suburbano

 





No querer que la noche traiga lo que el día niega
a la sombra tersa de sol que envenena.
No querer ser más de lo que la vida entrega
a las almas oscuras de finas candelas.
No querer desear el cielo de la noche aciema,
fértil ruido de recuerdos suena...
No querer golpear las cienes blancas de la paz eterna
interrumpir el llanto eufórico truena.
No querer mostrar el alma de luces blasfemas
a los descendientes, mis musas poéticas.
No querer ser fruto de sufridas quejas
de actos traidores de vidas insatisfechas.
No querer dejar pasar el rayo
de tu fan dispuesta de vida, de besos, de siestas.

lunes, 8 de mayo de 2017

Crisis de conciencia

                                                                                     


                                                       Entre el ser y el no ser
quedó tu mente colgada del recuerdo
                                                                                  guárdese en el velo del alma
la infamia o el deseo
                                             busca aquel satisfecho
                                                                                       enlodado el encuentro.

Si los desencantos se veneran
                                              si el deseo fuese vena
si en las venas de los dioses
                                              la ilusión oyera sueños
si la verba alimentara vida plena 
                                                                                      paz eterna, sueños vivos, cielo incierto
si mi encuentro alcanzara 
                                                                ya no tendría remedio.

                                                                                                      Aburrido en desencuentros 
huyen pasiones desechas
                                                                                                      desechadas melancolías
apisonadas ilusiones
                                                                                                      aprisionadas fantasías
sofocadas pretensiones
                                                                                                      melancólicas poesías
desterradas las opciones
                                                                                                   soterradas valoraciones
inconclusas melodías
                                                                                                    esmeradas alusiones
                                                      ser tu voz y ser la mía
en el curso de emociones
                                              aburrida, destruida, indignada
con los sueños, con el día, 
                                                   con el sol de las mañanas,
                                                   con las noches y los días,
                                                                                                     el hastío cotidiano 
                                               de no ser yo ni ser mía,
                                                                                               con las diferencias cerradas 
en el distal de los vientos
                                                                                               oler espacio, vibrar miedo,
                                          gustar el tránsito, gestar el tiempo
volar el suelo, golpear sintiendo
                                                    el sabor de mi alma
                                                                                                    gustando las entrañas
                                                comiendo de tus cienes
sintiendo resoplar los murmullos
                                                                                 absorbiendo el destierro.





Solipsismo I





Salió de la habitación convencida de que nada podría parar ese impulso casi suicida de romper con el mundo y descubrirse autosuficiente. Demostrarle  que podía soportar los embates más agresivos que el afuera le deparara a aquél convencido de que el todo o la nada son la misma cosa. El agravio comenzó  en el momento en que era poca cosa para pararse y decir ¡basta!. Y quién lo había determinado? ¡Progenitores! denme la fuerza que rompa las cadenas de la dependencia absurda que es la única dependencia: la emocional.

Estupideces... escribir incoherencias intentando aclarar la cabeza del cuarentón resignado por el paso del tiempo. Tirar cuadernos maltrechos llenos de la misma perorata insulsa intentando hacer terapia o creerse decir algo creativo que salve esta podredumbre del alma.

No podía abandonar la cama, sitio de segura oscuridad frente al brillo intenso de la vida que se despierta presta a hacer el amor una cálida mañana setembrina. Dulce decrepitud de las almas que no pueden doblegarse al tiempo que candentemente las llama a sentir la penetración, el contacto de las pieles desplegadas, las arrugas frotándose histéricamente para finalmente sonrojarse de emoción ante el encuentro. Respiración acelerada y el relajo final, la paz que embarga, embriaga, abre la degustación y los sabores. Los aromas del sexo reconfortante, narcótico. La vulva se contrae rítmicamente recordando los momentos de placer abandonados por la miseria del sentir menoscabado del vivir. No saber vivir es un problema para aquellos que no tienen necesidad de salir a pelear día a día el hambre y la codicia de estar vivo. No uso las comillas porque no es un eufemismo, es la cruda realidad de una vida mísera e hipócrita que se conforma con el automatismo de salir a diario a espera que el mundo llene un vacío e inconformidad extrema. El vacío del  ocio y la falta satisfecha, la neurosis de los días acomodados y sin necesidades. ¿Cómo transitar la comodidad de no sentir, no desear, no olvidar? No olvidar, para tener al menos una excusa para sufrir. No desear por la plenitud de la morada conquistada y finalmente no sentir porque en el deseo radica la emoción. El deseo se pierde en elecciones invisibilizadas por la estupidez, el egoísmo o la ridícula malacrianza del hijo único. Sentir el absurdo de las palabras no leídas, palabras lanzadas al espacio y energía perdida en el transcurso de una  vida no vivida. Tirar las palabras, botar la vida hacia un infierno interminable de vueltas sobre los mismos temas: ¿qué es vivir, cómo hacer que valga la pena, cómo no desperdiciar la vida, la soledad, el amor, las raíces  y el origen...?

Tirar, dejar salir y toda la sarta de recomendaciones del terapeuta. Pero... dónde van a parar las canciones, los poemas, la barrabasada de palabras agolpadas, que tiramos a la papelera de reciclaje? La papelera que hace ruido a desecho cuando la vaciamos de los vicios y perversiones diarias mandará al infernal hoyo la sarta de melancolía y tristeza acumulada? Por qué no puede hacer lo mismo mi alma y librarse de lo acumulado para destripar el sentir de una buena vez?...
No pasa nada, ni nadie pasa... Imaginar que el mundo allá afuera pasa. Pasan los años, pasan las personas curiosamente tan distintas a lo que eran, pasan. Cómo pasajera en tránsito perpetuo...pasaremos hasta poder ver la Supernova que venga  a fracturar el continum del tiempo. Viviremos una vida que ya está siendo observada o vivida en otra estrella? Dime tú, si estás ahí, que es lo que espera?.
Nunca sucedió la respuesta. "Ave María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores...". Nunca diste una respuesta a ese inocente que te exigía una señal. Los libros, la música, el mirarse para adentro fueron las más auténticas señales de estar vivo.
Yendo de la cama al living, sientes el encierro, el ahogo de ser. Ser es insoportable y seguimos con las citas alucinadas de un cpu recalentado. Y podríamos pensar en un viaje esquizoide, símbolos de paz que se mezclan con una noche 3AM cuando nadie se dio cuenta que el tiempo era una herida.
Llaga que se relame y ausculta en la historia para regodearse y volver. Lástima nacer y no salir con vida, esta maldita melancolía exhibe su grotesca orfandad.
No hay más tiempo que esperar.

Sé que necesito sanar y las palabras lanzadas a las redes que no lee nadie, y que cuando leen las versiones más catastróficas se mezclan con decisiones que aún reclaman su tiempo para concretarse. Una insólita voz preocupante desuella temores de aquello que vengo advirtiendo tendrán lugar.
Celebrar la vida, disfrutar los logros, DISFRUTAR???

El 147

Después de ser bastardeado por numerosos imberbes, desconocedores ignorantes de las máximas virtudes de semejante máquina; tras ser vapuleado por la ignorancia y el descrédito de una clase social acomodada que prefiere el pago ceremonial de la cuota usuraria a las grandes empresas internacionales, para acceder al objeto fálico que lo hará sentir más hombre; después de haber soportado la injuria falaz de la decena de burgueses aburridos que salen de paseo a ver si logran sacar una tajada más de provecho en el reparto de la acumulación capitalista, aquellos que con la panza llena de vino y asado de un domingo entretienen sus mentes aburridas y su necesidad de seguir consumiendo... "y vamos a ver un auto..." ...NO ES UN AUTO, es EL AUTO!...En fin, me sigo desviando y digo... al fin... 8 de la noche de un domingo terminó en las buenas y nobles manos de un muchacho trabajador, como deseábamos!


sábado, 25 de febrero de 2017

Que en Paz descanses...




-Pase, pase!
Pasillo al fondo. La oscuridad y frío de las baldosas setentosas. Afuera cuarenta grados y en ese departamento al fondo la nocturnidad de los cementerios, ausente de vida. Un sol que resquebraja el cemento y deshilacha el asfalto y allí la invitación sepulcral de acceso a lo desconocido.
Manejó hasta el lugar apresuradamente, tratando de llegar a la tenebrosa cita. Sabía perfectamente con lo que se iba a encontrar, no por ello menos inquietante. La hora se hacía y justo en el momento de llegar, a doscientos metros… ¡la calle desaparece y empieza otra!.  ¿Dónde continúa? Qué pasó? ¡si venía bien!. La gallega le dice " gire a la izquierda...gire a la izquierda.. Vuelva a girar a la izquierda". Como en un cuento de nunca acabar las condiciones indicaban que no era un buen día para llegar. El calor no daba tregua y la boca reseca se acentuaba por la ansiedad de llegar a tiempo. Giró, giró y la puerta al infierno se abrió.
-¿Al fondo?
-Si.
Tímidamente comenzó la marcha hasta la lamparita tenue que se asomaba al final del largo tránsito de criptas celosamente cerradas a las miradas morbosas. Una larga fila de PH  se entregaban al transeúnte como invitando al curioso asomarse a lo prohibido. Caminó delante pausadamente, como queriendo no alejarse de su recepcionista que la seguía cuidadosamente intentando no rozar su cuerpo. Caminaba delante sin saber hacia dónde.
Había descendido del auto en medio de la mugre bolichera de un Ramos Mejía muerto durante el sábado a la tarde. Una suerte de desperdicio del paraíso de diversión y goce se desplegaba ruinoso sobre la vereda. La pila de bolsas, cartones, botellas y el olor agrio de los vómitos de una noche agitada se mezclaban con la sed angustiosa que le volvía. Encontró la altura: una puerta vieja rodeada de pastos en los que el tiempo acumulaba  vapores de caños de escape, fluidos de noctámbulos irreverentes y apurados, el polvo de una ciudad en furia, la desidia de una urbanidad desencantada. Departamento cuatro y un portero eléctrico que no suena. Nadie responde al timbre, ni se escucha el timbrazo aunque del otro lado del vidrio sucio, esmerilado por las décadas, se asoman dos metros tambaleantes lentamente deslizándose en un asomo de humanidad ausente.
La mirada sobre la nuca, la presencia de una amenaza detrás, sabiendo que el peligro acecha al final del túnel. Recordó la noticia: una joven mujer había salido de su casa a hacer un trámite y nunca más la habían vuelto a ver hasta dos semanas más tarde que apareció en un descampado del acceso oeste degollada y violada. Le faltaba un molar superior izquierdo. Esto fue lo que permitió identificarla dado el grado de descomposición del cuerpo. Trató de no pensar en eso...
Llegó a la puerta que se abría iluminada y una corte de almas acongojadas se amuchaban en una pequeña sala de baldosas viejas, sillas de caño floreadas muy modernas para los ochenta, y una suerte de cuadritos grasosos que colgaban mustios de las paredes descoloridas. La cerámica renegrida era fácil de limpiar: cualquier salpicadura no se notaría en el desgaste natural por el paso de la vida. El Papa, vigía de la sala parsimoniosa, se asomaba a una puerta donde el café y el té parecían tener protagonismo. Nadie en la sala se movía: respiraban profundamente, exhalaban sin prejuicio, casi con fastidio mientras el enlutado recepcionista despachaba los visitantes que curiosamente salían  contentos y locuaces. En la pared un cuadrito con miniaturas del instrumental del artífice anunciaba la fastidiosa tarea del dolor que vuelve a la vida. Una pinza seguramente hacía las delicias del ensombrecido portero. Unas cuantas espátulas, diferentes punzones con puntas disímiles y una suerte de palanca primitiva recordaba el precio de la felicidad de los huéspedes.  Una diminuta certificación que con pretensiones de título habilitaba el espacio para confiar en el celoso encorvado sepulturero. La foto de Piazzola sin vergüenza se acodaba a la par, como  avalando dos artes símiles.   La barba canosa crecida de varios días y el peso de los años en una humanidad dudosa de dos metros acortados por la carga de sangrantes fauces laceradas se asomó, despachó su último servicio y se dispuso a atenderla.
Entró en el despacho siempre seguida por el cálido aliento de la muerte en la nuca. Intercambiaron datos, e información pertinente y la invitó a tomar asiento en el sillón de las prácticas. Una aguja se metió directamente en el maxilar, un agudo dolor fue seguido de uno aún más intenso, la misma aguja clavada en el paladar. Una leve sensación de adormecimiento en la zona fue sorprendido por la el accionar de unas manos desnudas en la boca que tantearon la pieza intentando hacerle juego, provocando que aflojara tras una maniobra sencilla. No tuvo mucha suerte así que procedió a palanquear con una de las puntas, de un lado, del otro. Ella sentía como se desgarraba una parte de sí, como el cuerpo ofrecía la resistencia necesaria para evitar la extracción: el crujir de los huesos, que te arranquen un pedazo, la mandíbula que se afloja. Se desmayó.
Él retiró cuidadosamente la pieza, limpió con ternura las gotas de sangre que rodeaban la boca, el cuello y la comisura de los labios y casi prolijamente colocó el cuerpo en una bolsa que despachó hacia el camposanto. Final de la labor diaria.

martes, 7 de febrero de 2017

Soy



Tolerante de la idiotez suburbana,

graciosa ironía de la vida empática;

apasionada del encuentro con la tristeza,

pujante cuando el destino del egoísmo arrecia;

impetuosa y rebelde frente a los sueños,

fuerte frente al embate de los tiempos;

lindura superficial y anecdótica,

constante de fidelidades absolutas;

trabajadora incansable, rutinaria e iracunda.

 

Impaciente frente a las acciones simples,

ansiosa ante las simples acciones.

Arrebatada en el hacer de las acciones,

atribulada por haber concluido las acciones.

Ambiciosa en la búsqueda...

de las acciones, perfeccionista

del hacer, consumista de experiencias...

de la experiencia hecha objeto de consumo

del consumo de la vida y la pervivencia

de nuestras almas subsumidas, esencia.

 

martes, 17 de enero de 2017

Escena de lo Dos

 

                               Sí te robo la PALABRA

                       el SILENCIO del encuentro

      me derramo en las delicias de las noches sin ensueño

 me             REENCUENTRO en tus voces canturreadas,

                   en los saltos, en el tiempo

   en el ritmo de tus cuerdas

                  REMEMORO, y despierto a las luces de una vida

allá lejos, hace tiempo, entre humo y nostalgia

en el café de los sueños, la esquina donde emociones

juveniles se gestaron, brotaron, surgieron,

dieron lugar y          CRONOS

hábil señor del destierro               fecundó la idea

acercó las almas, anidó las voces         en la VERBA fecunda  

                    soliloquio absurdo el recuerdo.           

viernes, 6 de enero de 2017

Choluleo norteño (copla)


Ay se viene, la cholula con su celu a la cintura
busca busca, un buen cuadro, en la selfi del hartazgo.
Su mirada, viene y teme el encuentro tan deseado
son sus héroes, ya cansinos, que lo creen desatino.
Pero ella no le importa, son maestros de su historia
sus poetas abandonados, por cansancio, desengaño
de las noches obstruidas en lecturas aburridas
que al pasarse de los años fueron luces del opaco
sumidero de la vida que dejaron sus heridas
las palabras de los dioses recupera su sentidas
emociones enajenadas ante la realidad encontrada.
Y choluleando voy bajando esta cuesta pedregosa
voy buscando mis maestros que me esperan en la cima
de los nobles, los sensibles, los artistas, los nada
los que regalaron palabras, su música, su poesía...
Choluleando, no me avergüenza verte y vernos
reflejarnos en el iris de los sueños que abrazamos
Choluleando me arrepiento que mi felicidad
no haya quedado inscripta en la foto del recuerdo
de los días en que  un instante compartimos
aunque nada represente la banal hipocresía
mi corazón siempre estará lleno de melancolía.