lunes, 15 de mayo de 2017

Arreglador suburbano

 





No querer que la noche traiga lo que el día niega
a la sombra tersa de sol que envenena.
No querer ser más de lo que la vida entrega
a las almas oscuras de finas candelas.
No querer desear el cielo de la noche aciema,
fértil ruido de recuerdos suena...
No querer golpear las cienes blancas de la paz eterna
interrumpir el llanto eufórico truena.
No querer mostrar el alma de luces blasfemas
a los descendientes, mis musas poéticas.
No querer ser fruto de sufridas quejas
de actos traidores de vidas insatisfechas.
No querer dejar pasar el rayo
de tu fan dispuesta de vida, de besos, de siestas.

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