Directora de los sueños que conquista voluntades,
siembra espacios de consenso va hurgando en los deseos
desestima el desatino, estimula los proyectos.
Directora de oportunidades que surfea el conflicto
Allí donde nadie aspira, se sumerge en el abismo.
Directora firme, inquieta, no le alcanza el criticismo
para desterrar la pasividad e instalar el desafío.
Directora que gestiona en la estéril burocracia
Ya vendrán tiempos mejores, sigue esperando la instancia
de dejar atrás preocupaciones trasnochadas.
Directora preocupada que va creando destinos
invadido su descanso: padres emociones, los niños,
Porque el fracaso arrecia, donde se instala el nihilismo.
Directora de los pobres que sólo anhela el futuro
que destierre profecías y prepare los caminos:
de familias en progreso, hacia el pibe los principios.
Directora de pan, paz y trabajo, de un país como un granero
de creer en las buenas intenciones, de confiar en uno mismo
de universidades repletas de abogados, maestros y médicos.
Directora de los planes de paliar el hambre ajena
DNI, módulos alimentarios, varias vacunaciones,
sosteniendo comedores y la universal asistencia.
Directora de emociones, de divorcios y abusos
En instituciones frágiles donde queda el desamparo
de los niños vulnerados y de padres olvidados.
Directora de docentes que han perdido el encanto
de la enseñanza esmerada por un jornal no actualizado,
del amor por aprender, de jugar y reír ¡Vivamos!
Directora que pide, pide y pide lo que le exigen
Y pierde el espacio de explorar lo que subsiste
Por no cuidar lo que está vivo, por no desarrollar lo esperado;
por no proteger lo cuidado, por no expresar de algún modo
el deseo olvidado.
Directora que demuestra, en el hacer el modelo
Cuestionada por algunos, despreciada por los nuestros
Que errónea o indecisa va sentando precedentes
de los cambios, de procesos que llevan alto el aliento.
¡El aprendizaje por bandera, en este momento incierto!
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