sábado, 24 de abril de 2021

"Carrera oriental" " Romería agonista"

 

Lectura de Perla Jaimovich

Libro virtual (pág. 35)



Romería agonista

Perdonad esta obscenidad de la no vida,
esta muerte obsecuente trasgredida…
En tiempos descomunales que arbitran,
¿no será demasiada esta agonía?
Invocación
¿Los poetas y los músicos podrán explicar el modo,
en que un ser injusto termina en ser impoluto?
El modelo de la vida parece trocarse atento
las horas que mediante le queden a su lamento.
Oración
Ruego el día que me lleves que no me harás ver sufrir
aquellos que con ciernes dieron frutos a mi existir...
¿Por qué no te desangras en espacios inalcanzables?
¿Los gozos agotados fueron perdurables?
Aquellos tiempos derramados de dicha…
¿Por qué sufriente te alzas sin vergüenza y sin prisa?
¿Fue conocimiento de la materia corruptible
conmoción frente a lo desconocido que inhibes?
Llegan las horas en que presentándose lo sabes
y extasiado te entregas y perturbado reniegas.
Esta paz tan ansiada no es esperable:
dudaste de quien te hable
huiste de quien te quiera,
odiaste por odiar a cualquiera.
Valoro el resquebrajo de los vicios, 
tolero el desencanto de los jóvenes,
ansío el despertar sabio del nido,
transito el desperdicio de los goces,
me engaño en las mañanas rutinarias,
me mezclo entre la gente, el artificio
y busco las razones ordinarias
de vivir disfrutando de estar vivo.
No encuentro argumentos, los motivos,
me hundo en desamparo, necesito...
Necesito del origen fausto, emotivo,
de ser parte de los tuyos y de los míos
de las historias de los tiempos añorados.
Genealogías rechazadas de olvidos
vergonzosa matriz ocultista doblegada
que presentas a la bruja encantada.
Recordando el rechazo a ser parte
descuidando los engaños al pasado.
Yo te conjuro y te reniego
¡no te presentes como encanto menoscabo!;
eres sólo ilusión de niños viles.
Yo un proyecto, justo a punto de ser esclavo.
Destacado a la memoria te destierro;
no serás parte del presente añorado.
Y entre lágrimas mi cuerpo pide sangre de mi sangre,
de la tuya me he olvidado:
para que te pierdas, esfúmate entre meandros;
para no saber jamás de blancos desencantos; 
para que el dolor no atraviese mi condena de ser sola,
solamente me he engendrado.
Porque ya tus células perecen
en mentadas letanías prejuzgadas
y tu cuerpo pertenece melómano
de un rictus locamente preanunciado
que te invade impasible, inevitable
como a todos ha de embargarnos el desencanto.
Perderemos elixires de pasiones
lucharemos por gestar recuerdos vanos
pero finalmente alcanzaremos el lugar,
aquel espacio postergado
donde guardan sus raíces quien la sienta
desde siempre, por los tiempos, con los años.
No aquellos que hicieron surcos estériles,
corazones destrozados, secos, sangrados.
A otro estrato cuasi informe muy lejano.
Iré sola, iré firme y sin pensarlo.
Es el Sol que me desnuda subrepticio;
es el rayo que me dice que ahí hay vida;
es tu cuerpo yerto informe que descansa
en el rostro... ¿dónde está tu alma?
Dónde anda esa infame rencorosa de destierros
siempre sola, siempre hambrienta, siempre en andas.


Carrera oriental
                         Para Reno, donde estés…

El Vapor de la Carrera trajo Europa
sus costumbres, tu desdicha y mansedumbre
y arrobado en la belleza y el encanto novedoso
de la Roma enarbolada
Preso fue de tu de designio
el charrúa venturoso:
tradiciones de perfumes, de cultura, de futuro.
Si te pierdo en la huida suicida del deseo
prestos pasos azarosos son mis miedos.
Si te pienso destripado, entrañable ruge vida
el recuerdo: infancia triste, pobre, desnutrida.
Si me entregas desarraigo, anhelado predestino.
Si te espero, llora el desamparo de emociones
padre incrédulo.
Si me encuentras, trina el desvelo pretensiones,
rabia acumulada del exilio,
nihilismo de juventudes
y la eterna desconfianza,
escapista de los sueños
anhelante de los niños soterrados…
Olvidares de algún tiempo
¡te destierro y te preservo!
 

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