Carrera oriental
El Vapor de la Carrera trajo Europa
sus costumbres, tu desdicha y
mansedumbre
y arrobado en la belleza y el encanto
novedoso.
Fuiste presa del designio
del charrúa venturoso
de la Roma enarbolada: tradiciones de
perfumes, de cultura, de futuro.
Si te pierdo en el deseo
prestos pasos venturosos de la huida
suicida.
Si te pienso destripado, de la entraña
ruge libertad y vida.
Si recuerdo infancia triste, pobre,
desnutrida de nido.
Si me entregas desarraigo, anhelado
predestino.
Si te espero, llora el desamparo de
emociones.
Si te encuentras, trina el desvelo de
pretensiones,
rabia acumulada del exilio,
nihilismo de juventudes…
Y la eterna desconfianza
escapista de los sueños,
anhelante de los niños soterrados,
olvidares de algún tiempo.
¡Te destierro y te preservo!
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