viernes, 11 de octubre de 2024

¡Oh, Santito de los pobres!

 


¡Oh, Santito de los pobres!



¡Oh, Santito de los pobres!, San Cayetano intercede
Que la libertad sea el trabajo,
poder dar de comer a mi progenie.
La seguridad de tener el salario diario.
Que la represión y la injusticia se pague
y los negacionistas acaben.
Que el emprendedurismo sea la vida
la esclavitud quede perimida.
La voz en alto sostengo por
la propiedad privada restringida.
¡No es un derecho natural!
el snob materialismo.
De consumismo estamos hechos
pero no podrán matar mi pensamiento.
Por más libertad, igualdad, seguridad
Comunismo, criticismo y crítica a la crítica crítica.
La crítica lo devora todo y cuando
nada quede a sí misma se critica.
Liberales, con Smith y la puta economía
seguimos disponiendo del esfuerzo,
de los otros, del intercambio, de la plusvalía
del primer precio…
Y rezándole al santito cuando será el tiempo
¡Oh, Santito de los pobres!, San Cayetano intercede
Que el hombre pueda adquirir, disponer de sus momentos
La expansión de su ser pleno. ¿Tendrá su vida precio?
¿Una mercancía del alma será el Arte colectivo?
Que se mida cuánto cuesta el intelectual trabajo
de pensar y producir mi capital humano,
mi existencia, mi mente, ¡con mi tiempo van lucrando!
En relación de dependencia nos vamos esclavizando
relación laboral estable que se va consolidando.
Histórica, transitoria, tiempos de producción,
trabajo en serie a destajo, ¡no todos somos hermanos!.
El frente de la bondad se enfrenta en el conurbano.
Materialismo burgués humanista:
La lucha, la muerte, y la noción de fracaso
la fraternidad o la revolución, la nada irreconciliable
No hay felicidad sin rebelión que asegure:
sueño sentimental el de ser libres.
¡Oh, Santito de los pobres!, San Cayetano intercede
Que la venta de mi sudor, pueda salvar a mi gente.

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