jueves, 12 de junio de 2014

Mocedades



















































¡Bienvenido! a la resignada quietud de la mediana edad. No se recupera lo no vivido por mas que resistamos a los años a base de sentimiento juvenil. Y si el tiempo me dejare esperando los mechones plateados de resignación buscaré incansable la fuga del alma hacia la vida de los años imberbes, sondeare en mi alma el elixir de la vida, venderé mis deseos al perdurador del tiempo para evitar así que la mirada cansada agobie el destino de los míos, para evitarte el frío
de la pasión desaprensiva y os librare de mi encono destructor de mocedades.

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