Riacho
proletario
La limpieza del riachuelo es estanco de los sueños,
El burgués de cara al río, el pobre de espaldas al tiempo.
Fluye curso de emociones, bronca
acumulada, el deseo:
De meter las patas y arañar con furia el pringoso agujero
Navegamos podredumbre, el potaje maloliente del trabajo,
el disfrute de los pobres, frescos humedales de fracasos.
Violentado el espacio, ese bosque y ese río vulnerado …
tan próximo a los goces expropiados, aquel curso natural idealizado.
Riachuelo que emerges y te construyes, con el limo acumulado de los huesos,
Es tu margen de pañales y botellas, el resabio de la vida, la protesta
A un costado marginal del ser urbano, la mirada apartada matancera.
De los campos conocidos por los Quilmes
un vestigio que recuerda solo queda,
ya no es la esencia que sería ¿quién podría conocerla?
solo la feroz embestida de la defensa.
¿Habría de ser tu materia, el desecho del sudor del obrero
el producto de su sangre hecha fábrica, los despojos de sus sueños,
los residuos del consumo que anhelas, desperdicios extranjeros?
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