sábado, 27 de enero de 2024

Nuestro paraíso

 


Mía ... 

El agua del sol, ríe poniente

estrellas flotantes titilan, 

navegan el río creciente.

La piedra sostiene los urbanos cuerpos 

correntada de ilusiones y tus músculos tensos

No me dejas caer, deseo...

La sonrisa plena en tu piel dorada

el agua cristalina en el fondo de tus días

Soy cascada insidiosa, eternidad de las rocas

Tu arena dorada, historia del tiempo

montaña vigía de los viajes eternos

algas florecientes  fondo de nuestro recuerdo.

Chicharra que hostiga, agobia la tarde 

Conspicua libélula, mágica imagen,

Atrapo sus lábiles alas, instante... 

Mío...

El rayo furioso que orada mi piel

dolor aceitado de cueros resecos  

Sol que calientas mis doloridos huesos 

música esta vida al sonido del río  

mis pesares resbaladizos se hunden entre el musgo hendido 

el viento insistente oscuro de aires 

el pato silvestre vigía del amor salvaje 

los peces plateados convidan el espacio

y el atardecer acompaña la melancolía

del bosque enmarañado.

La soledad es mía...

El verde se extiende, horizonte incierto

el árbol resaca apresado por el tiempo

el espinillo que insiste en incrustarse en mi cuerpo

sus espolones mortales clavando el anhelo

el sapo acompaña el avance de la noche

los mosquitos esquivando el surco del viento

pajaritos que comen las migajas olvidadas  

del almuerzo ha quedado la nada

siempre un perro melindroso de despojos 

Un caniche sorprendido por el río 

solo queda un pasado de vestigios  

Nuestro es este paraíso

 y tú, Luna inmensa, custodiando el idilio...

No hay comentarios:

Publicar un comentario