Temer el odio de las sienes castigadas del sabio.
El olvido de amores, la presencia de los negados
perturbados infelices de fantasmas alucinados.
Temer la traición al deseo y los sueños reprimidos.
La falta del anhelo largo lastre a mi desidia
la conciencia vengativa se relame y me castiga.
Temer el perdón negligente que soslaya la experiencia
Y nos deja vacíos de culpa, responsabilidad y proezas.
Temer perder el tiempo como se pierden los días
Olvidarse del camino como si otro lo hubiera transido
Temer que tu voz no me acompañe hacia el final de mis días
Amado mío, temer no estar vivo.
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