lunes, 14 de diciembre de 2020

Googlear la Nada.

 



 

Ya no espero nada, sólo salir, asombrarme a la vida y despertarme de este letargo. Día a día abro las redes, busco en Dios Google la sorpresa, el encanto de que aparezca algo que venga a descubrir lo desconocido. No encuentro nada, nada me interesa y sigo haciendo el esfuerzo de tildarme frente a la pantalla como un autómata, buscando algo, la novedad, algo en que interesar la mente, el cuerpo el sentimiento. Cuando no existía internet, las personas vivíamos igual, transitando y charlando con otros una receta, cómo cuidar esa planta, una dieta, o cómo hacer un trámite. Ya nada se pregunta, todo se googlea. No importa la palabra del profesor, importa qué dice google, no importa ni siquiera mi propio pensamiento sino qué se dice en internet al respecto. Sigo buscando y cada vez el tiempo se alarga más porque más tiempo demanda encontrar la nada. Termina el día de búsqueda para el día siguiente pensar que algo me olvidé de buscar... ¿buscar para encontrar qué? La Nada.

                                                                                  Fanzine

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