jueves, 25 de junio de 2020

La mujer habitada

Limerick enano

Hubo un enano que creó Neverland
Enamorado de la bella Eliana,
grande y corpulenta. 
Perico sostiene con su verga erecta
La fantasía de la bella, en el mundo 
de los pequeños odios y prejucios de Neverland.

domingo, 24 de noviembre de 2019

Caprichos del amor y la muerte.

Revista-literaria-Anuket. convocatoria-2019 tomo-2
Comparto mi cuento "Caprichos del amor y la muerte" pag. 21 publicado en la revista erótica Anuket.




 “No conviene sacar la espada muchas veces: los amores exponen a pendencias y desafíos” Manuscrito de Ayala








No podía abandonar la cama, sitio de segura oscuridad frente al brillo intenso de la vida que se despierta y la desafía. Lo único que la ataba a este mundo se sostenía  de las pocas horas en que previo a dejarnos abandonar por el cansancio, su corpulenta humanidad se arrimaba a ella para darle el calor de la vida, la presencia de un más allá de las colchas. Siempre presta a hacer el amor en las  cálidas mañanas setembrinas, despertó, olió su espalda, se agarró fuertemente a su pecho como si estuviera a punto de ser arrancada de este universo y mordisqueó dulcemente el promontorio que se le marcaba debajo de la nuca. El despertador sonó, él lo apagó y se dio vuelta para apoyar su pene en la cola del amor de su vida. Ella se abría, lo recibía contenta, tranquila, en paz de tener sobre su espalda el cobijo del amor, del cuerpo y su calor que podía alejar todos los males de este mundo. Él, a su lado, rosaba dulcemente sus partes en las carnes blandas que le ofrecía.  Dulce decrepitud de las almas que no pueden doblegarse al momento en que candentemente el deseo las llama a sentir la penetración, el contacto de las pieles desplegadas, las arrugas frotándose histéricamente para finalmente sonrojarse de emoción ante el encuentro. La violencia del pene clavándose entre la abertura de la vagina y la cola la hacía sentir incómoda así que no dudó.  Se trepó ansiosa al encuentro del todo, de aquello que lograba llenar su alma, su vida, su paz interior. A horcajadas se deslizó intentando encontrarlo, auscultar su ser  que imperiosamente necesitaba estar dentro de sí. Su vagina se abría, lo recibía candente, ansiosa, jugosa y latente, lo recibía. Descansó sus manos sobre el pecho robusto del amado, incrustando esos dedos regordetes, dejando las marcas de la escena insidiosa. El torso tatuado de momentos de un amor eternizado por el encuentro era prueba de las pendencias de la vida. Se entregaron a  un vaivén rítmico, sincronizado y fugaz.  La respiración acelerada de los amantes maduros confirmaba la lucha por resistir la muerte  y el relajo final, la paz que embarga, embriaga, acecha..   Ambos despiertos a  la degustación y los sabores del sexo se entregaron a sus aromas reconfortantes, narcóticos. Ella abandonó la posición dominante para rendirse a la sumisión de los cuerpos.  Metieron la cabeza bajo las sábanas, suspiraron y volvieron a la calma, a mirarse en el brillo de unos ojos que transmitían verdad. Pendencieros los amantes que se entregan a la batalla certera de no doblegarse al yugo de vivir.
 La vulva vuelve a contraerse  rítmicamente intentando olvidar  los momentos embargados por la miseria del sentir y el menoscabo diario. El pene apoyado sobre la cola, relajado, descansando, siente el latir del refugio; la bulla del corazón que emocionado, preso del bienestar, del calor de la piel, de sentirse cuidado y querido, hace nacer la emoción. Ella insiste con su sexo hambriento, voraz, hace presión para sentir detrás cómo se agita la vida, cómo su miembro va cobrando fuerza, despertando del letargo para desear penetrar en la vía del origen de universo.  Como un encastre finamente lijado, aceitado y meticulosamente medido los cuerpos se insertan en un viaje de  placer obsesivo. La boca se humedece, las glándulas salivales quieren hincar esa piel dulce, esa fruta jugosa que exuda un aroma adictivo. Comerse la lengua, morder la espalda que sigue haciendo presión, buscando la abertura, la entrada húmeda del éxtasis. Las partes se encuentran y se hinchan hasta explotar.
Es tu dedo rítmico que toca mi clítoris dormido y no pasa nada, ni nadie pasa, se escucha de fondo.  Imaginar que el mundo allá afuera pasa. Pasan los años, pasan las personas curiosamente tan distintas a lo que eran, pasan. Instrumento del amor que punteas sin pensar en el hastío, sin pensar en el tiempo que pasa y como pasajera en tránsito perpetuo...pasaremos hasta poder ver la Supernova que venga  a fracturar el continuum del tiempo. ¿Viviremos una vida que ya está siendo observada o vivida en otra estrella? Dime tú, si estás ahí, qué es lo que esperas?. Orgásmica estalla la vida, el universo y el más allá oprime el pecho, te arranca el corazón y baja hasta mi sexo desprendiendo las penas para instalar el vacío y la esperanza. Tus ojos transparentes brillan de felicidad y los hoyuelos confirman con su gesto parentético que este cuerpo respira, vive, transpira sexo.   Infundada tristeza inconcebible del desencanto queda lejos cuando el kármico reencontrarse de los cuerpos desenfunda el dolor.
Y entonces ellos se levantan, sonríen frente al espejo, evalúan esas masas anafóricas que ya pretenden ser arte barroco y se besan entregados, regodeándose del momento pasado, admirándose el uno al otro, despreciando un mundo sin amor. ¿Cómo se podría amar sin llegar a esa comunión perfecta de los fluidos, a esa entrega subyugada de vida, ese renacer en el contacto? Se acariciaron mientras se duchaban, la mano rozando suavemente la espalda provocó una sacudida eléctrica. Su piel se erizó de placer, como un mecanismo insólito de dar señales amorosas. Bajo el agua tibia se comieron el sexo desaforadamente. El bajó hacia su maja, separó sus rodillas y la invitó a sentarse al borde de la bañadera mientras su lengua jugueteaba incansable. Ella acariciaba su cabellera frenéticamente hasta que no aguantó más y se retorció para bajar un poco más, encontrarse con el pene erecto de su amado y deleitarse saboreando su miembro viril entregado al placer.
 Se vistieron, se perfumaron y salieron a la vida con la armonía del encuentro y la alegría de estar juntos.
Pasó la noche sola, enlutada bajo las sábanas fúnebres, las mismas que exudaban los encantos de la pasión. Las sombras la envolvían, el cuerpo sentía aún el cincel erótico entre sus piernas. Él apareció tras una noche de trabajo se coló entre las colchas buscando el remanso de un día difícil. Ella estaba allí, como siempre, estaba allí con el calor habitual de sus carnes maltrechas y el ansia de recibirlo.  Se acariciaron y su pene se infló de felicidad y orgullo dejando las marcas del grabado del amor.  
No pudo ser amarse en la felicidad del compartir porque el compartir era demasiado para ella que ha vivido en la desesperanza y la soledad. No puedo ser el reconciliarse con la vida porque la dureza de los golpes ya habían creado una llaga  demasiado grande pare ser cicatrizada con felicidad. No pudo ser y pareciera no será jamás, porque ya es muy tarde, porque pasó el tiempo de aprender a amar. Solo quedan lamentos, recuerdos, reproches de lo que hubo. Cuando él se coló entre las sábanas, como siempre, al encuentro del amor, de la vida, de la entrega profunda, lo único que encontró fue el cuerpo inerme que yacía en la cama que no pudo dejar, bajo las sábanas de narcóticos elixires.  


domingo, 31 de marzo de 2019

Carrera oriental

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Carrera oriental

 

El Vapor de la Carrera trajo Europa

sus costumbres, tu desdicha y mansedumbre

y arrobado en la belleza y el encanto novedoso.

Fuiste presa del designio

del charrúa venturoso

de la Roma enarbolada: tradiciones de perfumes, de cultura, de futuro.

Si te pierdo en el deseo

prestos pasos venturosos de la huida suicida.

Si te pienso destripado, de la entraña ruge libertad y vida.

Si recuerdo infancia triste, pobre, desnutrida de nido.

Si me entregas desarraigo, anhelado predestino.

Si te espero, llora el desamparo de emociones.

Si te encuentras, trina el desvelo de pretensiones,

rabia acumulada del exilio,

nihilismo de juventudes…

Y la eterna desconfianza

escapista de los sueños,

anhelante de los niños soterrados,

olvidares de algún tiempo.

¡Te destierro y te preservo!

 





Sólo




Solo, tan solo como puede estar aquél que lo buscó
como puede estar quien a diario se ufana de su agonía
como quiere estar aquel que no regala la dicha
como suele ser éste que se condena a la vida
ser como suele ser el mezquino de los días
soler ser oscuro como la noche
cómo he de callar esta desdicha?
Sólo  soledades infinitas.

"¡Puta!". Segundo Concurso de Poesía. Galpón Cultural Tapiales. Mención especial.




¡PUTA!

¡Puta! Apareciste intempestiva
Puta ilusa, soberana te repliegas
Y te escondes indecisa
Y te lanzas a la brisa
de la vida. Soy tu esclavo
en tus dones de arrebato.
Maldita puta muéstrame qué niegas
Adviérteme el ocaso
Financia estos días contados
Descuenta la pérdida malhabida
Enroscado en felonías
Deshacedme, dame briznas, las migajas
de la muerte hecha vida en tu desidia
acompaña y cobija estos músculos cansados
la alegría de estar viva, la energía de mis días
hecha entrega matutina, las rutinas, esas gentes
la locura que cobijas, el deseo abandonado,
esas almas que transpiran, no procuran, no
consuelan, no descartan cada día
¡tu presencia parca ilusa, late inerme y reaviva!



                                                                                                                                  Locuaz mudez


La pérdida de la ilusión

La pérdida de la ilusión

Un día creía en la fuerza del pensamiento común
en el sentirse parte de lo mismo
en compartir sentidos, creencias y elecciones,
en el poder de la palabra y la idea.

Un día funesto se demostró lo lábil que podía ser la idea
lo idiota del sinsentido, la especulación era la vía
el interés el medio, la mediocridad la rutina
deshonesta y ruin vida, vacía...


viernes, 22 de diciembre de 2017

La muerte




Qué expresa esa actitud cínica de evitar la conmiseración abiertamente, la desarticulación mediante del acartonamiento y la flojera innegable de las articulaciones?
Por qué las palabras se agolpan en desmesuras que los sentidos no logran racionalizar?
El silencio hace su entrada cuando la nada toma posesión del todo. Encubrimiento macabro de vitalidad obsoleta que acapara el pensamiento, la voz y la vida. Mudez inconclusa, rezagos. Vestigios de vida. Eros malsano que aparta  sospechas, resume trivialidades, encuentra culpables, aleja y sentencia.

jueves, 21 de diciembre de 2017

Anécdotas de escuela. La planilla de promoción.


Cuando yo tenía 20 años y recién empezaba mi carrera docente trabajaba en una escuela de chapas, de chapas era toda: paredes de chapa, techo de chapa y una ventanita enrejada de chapa. Era una pequeña lata de sardinas en la cual llegado el verano el calor y los estados administrativos se tornaban insoportables. Difícil de digerir era en esa instancia a la directora que comportándose exigentemente quería dejar todo en orden para el cierre del ciclo lectivo, como mucho 10 de diciembre.
En esas semanas había que preparar la planilla de promoción la cual debía superar la comisión correctora para poder tener el visto bueno y uno tener el placer de decir " feliz año...!!!" y retirarse triunfalista, cruzando con orgullo la puerta principal y esperando que nadie te chistara justo en el momento en que ponías un pie en la vereda para reclamarte que la "a" no está lo suficientemente redondita o que los apellidos llevan solo la letra inicial con mayúscula, o que están muy pegadas las letras, o la "t" que tiene esa curvita en la parte inferior se su trazo se toca con la letra siguiente... Que no se puede borrar! Entonces comenzaban una serie de artimañas insospechadas para pasar desapercibido: el típico borratinta, que a veces dejaba agujeros o un palimpsesto denunciativo por debajo del error; la goma gris y blanca que bien usada y evitando los pelillos que deja el papel al ser desgastado cumplía muy bien su misión secreta...salvo cuando aquella presidenta de la comisión correctora (maestra astuta a punto de jubilarse) ponía la hoja frente a una fuente de luz y lograba desenmascarar el engaño. 
Con el tiempo estas menudencias se fueron relajando y los pibes pasaron a llamarse de maneras distintas según se tratase del registro, la planilla, su certificado de estudio o el DNI. Gómez, Daniel Carlos; Gómez, Carlos; Gomes, Carlos D.; etc. Una amplia gama de combinaciones que resultan a la fecha una tortura de trámites burocráticos para ser reconocido como la persona que terminó sus estudios en esa institución, tal como lo acreditan los estados administrativos.
La vida institucional hizo que de aquellos días tan sufridos, rescatara un aprendizaje: evitar ser más "papista que el papa". Si bien había formalismos para cumplimentar siempre me guió la conciencia del hacer más que el concepto de prolijidad. Punto flojo en este pequeño espacio en el que habitamos donde todos miramos para el mismo lado, donde el lugar ajustado del deber ser nos controla y no hay lugar para ser diverso, mucho menos cuando de papeles se trata. Ahí estaba nuevamente dentro de la pequeña lata claustrofóbica, intentando hacerme la freedom cuando viene una maestra con una planilla de promoción toda arrugada. Me llama la atención, dada mi mala costumbre a hacer todo rápido y desprolijo pero hacer. Me dice que por el renglón que dejo libre la prosecretaria le dice que la tiene que hacer de nuevo. Espontáneamente me sale: la tenes que hacer de nuevo por todos los borrones y arrugada que está esto!!! Es cualquiera!!!. Pero la tengo que hacer de nuevo?? Si, respondí a través del cuadradito de chapa abierto que nos separaba.

domingo, 10 de diciembre de 2017

Yo. Tu


Conmigo cogés, con ellos reís, con él pensás, con todos creas, con otros compartís, con aquellos soñás, con los mismos dialogas, con estos discutís, siempre disfrutas y solo a mi lado vivís.

lunes, 9 de octubre de 2017

Amarre

Amarrado a tu destino
Transité camino incierto
Descubrí en la adultez
El sabor  desconocido
El silencio inaudito.
Amagué dejar atrás
El modelo dolorido
El amargo entristecer de los sueños concluídos
Soledades despechadas 
Triste dueña del destino
No pude, no quise, no supe
Abarcar el desatino
Replegarme en frustraciones
Afrontar el cruel destino
Amarrada vas creciendo
Desamparo de tus hijos
Crines sueltas a la vida 
Rayos débiles que suspiran
Que te buscan anhelantes 
Contenciosos te respiran 
Amarrado a tu destino
Busco el propio desatino
Veo y sufro cual si fuera
Un reflejo sucio, impío.
Desearía alejarte
Ser tu nido, tu cobijo
Ser aquel que hubiera sido
Amarrado a tu suspiro
Proteger aquellos años
Ser licencia, ser engaño,
El espacio al desafío
El momento del encuentro 
De tu luz, mi sol, mío.
 

domingo, 8 de octubre de 2017

Miramor

  


                                                                          Te miro
te busco, te encuentro, te siento.
Te palpito, te aspiro, te respiro, te huelo, te transito, te recorro, te imagino. Te modelo, te acaricio y te amasijo. Te rasco, te araño, te mordisco. Te marco, te alejo, te reprimo. Te reprendo, te celo, te olvido. Te admiro, te deseo, te envidio. Te escucho, te tolero, te observo, te oteo y relojeo mis miradas en tus pupilas me encierro. 

domingo, 1 de octubre de 2017

Soledad

Tantos años de mañanas y no estuviste aquella
Tantos días compartidos y te busqué esa jornada
¿Es la bruma del encuentro que no nos deja?
¿El cansancio concentrado que no renueva?
¡Decidme si al final de mi tarea estaréis!
Decidme si te encuentro en otros planes,
 si innecesariamente fui la estrella
de tus luces, tus proyectos, la espera...

martes, 12 de septiembre de 2017

Maestra



Ser docente desde el primer juego simbólico, desde el primer día en que le indicaste a tu compañera de juego cómo debía hacer las cosas, desde el día que asumiste el mandato paterno y no quedó lugar a dudas; desde que te rebelaste ante lo superfluo, ante la prolijidad y la paquetería del cuaderno, Rivadavia y sus agujeros, tinta corrida por la ausencia del diestro. Docente desde que  supiste inmediatamente que lo importante y realmente valioso no estaba en lo que los otros ven y valoran sino en lo que hay para decir, hacer, desde adentro. Docente te  enseñaron a defenderte, a tener sentido de justicia y orgullo, a enfrentar el juicio de tilingos advenedizos, a superar "lo nuevo". Maestra, magnánima y sin rencores entiende todo, supera y espera el tiempo. Maestra que en dos ruedas pedaleaste contra viento y  tormentosos días en la villa, derrotero. Maestra matancera, donde quedan tantos sueños, tanta vida, tantos duelos.  Docente cuando decidiste regalar tu tiempo, lograr una sonrisa, salir a flote justo en ese momento. Docente que busca por conventillos inciertos aquel anafabeto que no da con el derecho. Maestra siempre, tras tantos caminos, que el desconcierto abunda en lo que es verdadero. Maestra se siente!


viernes, 11 de agosto de 2017

Y seremos libres por prepotencia de trabajo!!!!

Elogio a la imperfección: desconocer el camino, dudar de los destinos, arbitrar libertades, no ver los desatinos.
Te quiero así imperfecta e ilusa, creyendo que sobre tus ciernes se debate el destino. Arriesgando en cada esfera un pedazo de tu sueño, de tu vida, de tu sueño. Te quiero absorta en tus juegos cotidianos de luchar contra la vida, aunque el vicio de los días tan tranquilos no den prisa. Te quiero, idealista de fracaso conquistando fantasías de logro, abstraídas, realidades construídas. Espero ciego de ilusiones que en el paso de los días, derrotero de esperanza de un laúd, tú transitas. Por los días, por las noches de desvelo, por el peso de misiones concluídas; por jornadas venideras y acciones que aquí mismo se iluminan, por mañanas evaluativas y lo que espera del día... por la mirada de aquellos y las pasiones del día, por tu sonrisa tan plena y tu lectura tan mía, por locuras antedichas, por lo dicho aún callado, por este Sol que me ilumina...
El trabajo es el destino. Obreros fabriles hecha vida la esperanza, en un sueño hecho carne, revertido su destino, de las siembras de las crías, de los sueños compartidos. Hecha trizas en la desgracia, de ilusiones destruídas de una vida de esperanzas mal pagadas, olvidadas, perimidas. Te destierro, mal funesto, destrucción y malherida, transitar el sueño eterno de labores, liberaciones, conquistas de subterfugios del alma, obstruída. El trabajo, el mandato, necesidad digna: ser y entregar energía, renovar y agotar para reanudar. Insistir, seguir, obstinadamente, y sin prisa ni alarmas, adelante de a milímetros, aunque la distancia recorrida no la vea nadie, aunque el tiempo parezca dilatarse, aunque los días se repitan uno a uno si delay, adelante. Y en el tránsito el reflejo de aquello que dejare, de encuentros inesperados y recuerdos inmemorables, de conocimientos nuevos, imperdonables despojos, indeseables.
Yo pisaré Scasso ensangrentada en un acto de locura nuevamente. No dejaré los campos de una década en manos insurgentes. Arremeteré el sueño o el mandato de los otros como el proyecto que una vez supo ser desafío propio en la precocidad de la desidia, del fracaso y el desencanto lo único que no falta es la PREPOTENCIA DE TRABAJO.

jueves, 27 de julio de 2017

Piel dulce pelo negro ojos cafés


"Ella dice que deberían llegar a vivir como lo hacen,
con el cuerpo cansado en un desierto; en el espíritu, el
recuerdo de un solo beso, de una sola palabra, de una sola
mirada para todo un amor".   Marguerite Duras

viernes, 7 de julio de 2017

Profesor taxi


Corriendo como todas las mañanas, intentando dar el ejemplo y no cargar con mi estrés de culpa el inicio de la clase entré en 5° 2° para encontrar una media docena de caras semifrecuentes entre la veintena que debería estar allí para disfrutar del “encuentro”. Siempre entro recalcando la alegría volver a verlos tras semanas de paros, ausentismo docente por enfermedad, otras cuestiones burocráticas ajenas a la responsabilidad docente y siempre recibo de ellos un “¡y si usted no vino!. Tras ese hermoso recibimiento abrimos libros y carpetas para ver dónde habíamos dejado y descubro que siempre fue mucho más el recuerdo de la clase en la que habíamos discutido “Cabecita negra” o la lectura antiperonista de “Casa tomada” que lo que había quedado plasmado en la carpeta. Pregunto si pudieron hacer el relato recuperando el concepto del “cabecita negra” y vuelven a surgir las historias de discriminación, el uso del término negro de m…
Ahora… ¿qué pasa? Pudimos hablar mucho al respecto, pudimos dar ideas de cómo comenzar un relato, pudimos establecer los narradores, pudimos desterrar el prejuicio de que la narrativa puede basarse en un yo, pero principalmente no debemos pensar que “Ese es yo”. Siempre insisto en el concepto de que al igual que otras materias el conocimiento lo tienen ellos, lo expresan lo cual no quiere decir que “sean ellos”. Obviamente es inevitable, la resistencia parte de la lectura de textos que los atraviesan directamente, que los interpela y vinculan con la propia vida. Los textos les preguntan quiénes son, por qué les tocó vivir esa realidad. Es la imposibilidad de la escritura de Semprúm, es “escribir o vivir”. Encontrar como Barthes que uno escribe por aburrimiento o para no agarrar una pala y cavar su propia fosa es una tarea no del todo sencilla cuando el mundo se presenta como un lugar inhóspito ante el cual la “escritura del yo” es una válvula de escape acerada, replegada y oculta para evitar sucesivas perturbaciones o liberaciones inservibles, que no pueden modificar las condiciones materiales, sociales, emocionales de esos jóvenes. La consigna muchas veces queda irresoluta, se resuelve grupalmente o empecemos a “flashear chicos” : “se puede vivir sin pensar…” termina el cuento de Cortázar y  yo lo planteo como pregunta. Automáticamente salen las disertaciones más elocuentes, ahora, frente al “Cabecita negra”, frente al “Gato negro”, la cosa se pone más difícil. Está en juego ¿¡quién soy!? Comienzan las preguntas: ¿está bien cómo voy, puedo poner así, me lo lee, risas, comentarios grupales, pero no hay escritura…? Como dice Arfuch, “todo relato de la experiencia es (…) expresión de una época, de un grupo, de una generación, de una clase, de una narrativa común de identidad” (2002: 79). Una identidad que en este caso entra en desasosiego y le cuesta distanciarse para poder narrar lo que conoce y de aquello que está muy distante, le cuesta encontrar las palabras para representar lo que desconoce.
Y yo ¿quién soy? ¿quién escribe sin encontrar el auditorio?

Parias


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Parias, desolados, nihilistas y perdidos;

desencanto y melancolía declaman aturdidos.

Ilusión hecha poesía salada, exudada

desidia del día. Lugar para el reclamo, gritos aclamados,

angustia blanca reconcentrada de ignorancia, desasosiego…

No saber: la espera irónica se toma un descanso

mientras el oboe tristemente retiene los trinos.

La copa de vodka, seco garguero del alma,

disfruta de los labios libidinosos.

Las manos que no se entregan a otras manos.

Los cuerpos estiran, las voces murmullan,

la puesta respira, la Rusia cobra vida, La Vida.

Vivir el desencanto, vivir el aburrimiento

vivir la decadencia, vivir del pensamiento

soltar la furia, desgarrar los cuerpos,

tensar las pieles, genitales sueltos,

ocultar vergüenzas, perversiones secas.

Sueltas el ruido y las miserias

para despertar mañana enlodado, esperas.

 


[1] PARIAS - TEATRO SAN MARTÍN - Temporada 2017. Basada en “Platónov”, de Anton Chéjov. Traducción: Alejandro González. Versión: Guillermo Cacace y Juan Ignacio Fernández. Dirección: Guillermo Cacace. https://youtu.be/6SW_Q2ALA5k

lunes, 19 de junio de 2017

Thánatos


¿Y quién será el padre ahora?

quien cuide mis destinos, valore estos tránsitos

contemple mis fracasos.

 

¿Quién será el padre siempre?

quien vele por los míos, desangre ilusiones,

añore sin perjuicio.

 

¿Quién fue el padre antes?

antes de conocer el olvido, antes de ser olvidado,

antes del destierro insospechado.

 

¿Quién será ese padre inexistente?

el que sostuvo mi mano crédula, el que juró amor eterno

el que desapareció en el tiempo.

 

¿Quién ha sido él forjando su destino

transita su fracaso, ahogado en su delirio?

 

¿Quién hubiese sido si amando descendencia,

añora con dulzura paciencia de sus pasos?

 

¿Quién habrá de ser entonces raíces de lo nuestro,

se enraíza en el recuerdo y nutre nuestro suelo?

 

¿Quién podría haber sido plena existencia firme,

presente en esta alma destrozada de vacíos?

 

 

 

 

 

 

El padre es la muerte que se acojona

vira sobre sus talones y vuelve sobre su marcha;

recuerda el desencanto, se relame de tristeza;

perdura en la sola idea obsecuente y fastidiosa

de dar por terminado aquello que nunca llega.

domingo, 11 de junio de 2017

Tu reloj, nuestro tiempo


Tu reloj, nuestro tiempo

                                                                                                            Oscar, artesano de la vida

Fue tu tiempo el tiempo de los jóvenes:

reloj de arena tintineante de vida;

medida incauta de las almas en ciernes;

espacio del tiempo que alojas cimientes;

pedazo de cielo, proyectos en mente.

 

Fue esta vida que te dejó sin prisa…

Sin aire respiras el sol que iluminas,

pausada la fuerza de pasiones vivas

enciende ilusión tu recuerdo en vilo,

añoranzas plenas de placeres, de vinos.

 

Ganas me quedaron rondar por las fondas,

las charlas pausadas de la colección que añoras,

libros, vinos, juegos, un billar que aflora

como un estandarte de tu voz ronca.

 

Mirada dulce que esconde el recelo

de viejas historias, de noches sin sueño,

de resentimientos fluídos de odio,

de nacer humano y ser roble añejo.

 

 

 

 

 

Y fueron quebrachos tus piernas, tu alma

y fueron de pino tus manos cansadas.

El tilo cubrió tus sueños maduros

¡trastoca el reloj que cambie su rumbo!!

 

Danos el tiempo necesario y limpio

de momentos firmes, de amores tristes

de pasar instantes plenos de saberes…

¡que tus canas blancas refresquen mi mente!

 

Porque las ganas no te abandonaron,

ni la obstinación de sentirse vivo

de pensar el cuerpo como ya el olvido;

saborear las vides, retomar los goces

alejar los males como sueños atroces.

Hedonista acérrimo enseñadme el camino

de la vida plena, ¡sin tanto nihilismo!

lunes, 15 de mayo de 2017

Arreglador suburbano

 





No querer que la noche traiga lo que el día niega
a la sombra tersa de sol que envenena.
No querer ser más de lo que la vida entrega
a las almas oscuras de finas candelas.
No querer desear el cielo de la noche aciema,
fértil ruido de recuerdos suena...
No querer golpear las cienes blancas de la paz eterna
interrumpir el llanto eufórico truena.
No querer mostrar el alma de luces blasfemas
a los descendientes, mis musas poéticas.
No querer ser fruto de sufridas quejas
de actos traidores de vidas insatisfechas.
No querer dejar pasar el rayo
de tu fan dispuesta de vida, de besos, de siestas.

lunes, 8 de mayo de 2017

Crisis de conciencia

                                                                                     


                                                       Entre el ser y el no ser
quedó tu mente colgada del recuerdo
                                                                                  guárdese en el velo del alma
la infamia o el deseo
                                             busca aquel satisfecho
                                                                                       enlodado el encuentro.

Si los desencantos se veneran
                                              si el deseo fuese vena
si en las venas de los dioses
                                              la ilusión oyera sueños
si la verba alimentara vida plena 
                                                                                      paz eterna, sueños vivos, cielo incierto
si mi encuentro alcanzara 
                                                                ya no tendría remedio.

                                                                                                      Aburrido en desencuentros 
huyen pasiones desechas
                                                                                                      desechadas melancolías
apisonadas ilusiones
                                                                                                      aprisionadas fantasías
sofocadas pretensiones
                                                                                                      melancólicas poesías
desterradas las opciones
                                                                                                   soterradas valoraciones
inconclusas melodías
                                                                                                    esmeradas alusiones
                                                      ser tu voz y ser la mía
en el curso de emociones
                                              aburrida, destruida, indignada
con los sueños, con el día, 
                                                   con el sol de las mañanas,
                                                   con las noches y los días,
                                                                                                     el hastío cotidiano 
                                               de no ser yo ni ser mía,
                                                                                               con las diferencias cerradas 
en el distal de los vientos
                                                                                               oler espacio, vibrar miedo,
                                          gustar el tránsito, gestar el tiempo
volar el suelo, golpear sintiendo
                                                    el sabor de mi alma
                                                                                                    gustando las entrañas
                                                comiendo de tus cienes
sintiendo resoplar los murmullos
                                                                                 absorbiendo el destierro.