jueves, 25 de junio de 2020
domingo, 24 de noviembre de 2019
Caprichos del amor y la muerte.
“No conviene
sacar la espada muchas veces: los amores exponen a pendencias y desafíos”
Manuscrito de Ayala
|
domingo, 31 de marzo de 2019
Carrera oriental
Carrera oriental
El Vapor de la Carrera trajo Europa
sus costumbres, tu desdicha y
mansedumbre
y arrobado en la belleza y el encanto
novedoso.
Fuiste presa del designio
del charrúa venturoso
de la Roma enarbolada: tradiciones de
perfumes, de cultura, de futuro.
Si te pierdo en el deseo
prestos pasos venturosos de la huida
suicida.
Si te pienso destripado, de la entraña
ruge libertad y vida.
Si recuerdo infancia triste, pobre,
desnutrida de nido.
Si me entregas desarraigo, anhelado
predestino.
Si te espero, llora el desamparo de
emociones.
Si te encuentras, trina el desvelo de
pretensiones,
rabia acumulada del exilio,
nihilismo de juventudes…
Y la eterna desconfianza
escapista de los sueños,
anhelante de los niños soterrados,
olvidares de algún tiempo.
¡Te destierro y te preservo!
Sólo
"¡Puta!". Segundo Concurso de Poesía. Galpón Cultural Tapiales. Mención especial.
La pérdida de la ilusión
Un día creía en la fuerza del pensamiento común
en el sentirse parte de lo mismo
en compartir sentidos, creencias y elecciones,
en el poder de la palabra y la idea.
Un día funesto se demostró lo lábil que podía ser la idea
lo idiota del sinsentido, la especulación era la vía
el interés el medio, la mediocridad la rutina
deshonesta y ruin vida, vacía...
viernes, 22 de diciembre de 2017
La muerte
Por qué las palabras se agolpan en desmesuras que los sentidos no logran racionalizar?
El silencio hace su entrada cuando la nada toma posesión del todo. Encubrimiento macabro de vitalidad obsoleta que acapara el pensamiento, la voz y la vida. Mudez inconclusa, rezagos. Vestigios de vida. Eros malsano que aparta sospechas, resume trivialidades, encuentra culpables, aleja y sentencia.
jueves, 21 de diciembre de 2017
Anécdotas de escuela. La planilla de promoción.
En esas semanas había que preparar la planilla de promoción la cual debía superar la comisión correctora para poder tener el visto bueno y uno tener el placer de decir " feliz año...!!!" y retirarse triunfalista, cruzando con orgullo la puerta principal y esperando que nadie te chistara justo en el momento en que ponías un pie en la vereda para reclamarte que la "a" no está lo suficientemente redondita o que los apellidos llevan solo la letra inicial con mayúscula, o que están muy pegadas las letras, o la "t" que tiene esa curvita en la parte inferior se su trazo se toca con la letra siguiente... Que no se puede borrar! Entonces comenzaban una serie de artimañas insospechadas para pasar desapercibido: el típico borratinta, que a veces dejaba agujeros o un palimpsesto denunciativo por debajo del error; la goma gris y blanca que bien usada y evitando los pelillos que deja el papel al ser desgastado cumplía muy bien su misión secreta...salvo cuando aquella presidenta de la comisión correctora (maestra astuta a punto de jubilarse) ponía la hoja frente a una fuente de luz y lograba desenmascarar el engaño.
Con el tiempo estas menudencias se fueron relajando y los pibes pasaron a llamarse de maneras distintas según se tratase del registro, la planilla, su certificado de estudio o el DNI. Gómez, Daniel Carlos; Gómez, Carlos; Gomes, Carlos D.; etc. Una amplia gama de combinaciones que resultan a la fecha una tortura de trámites burocráticos para ser reconocido como la persona que terminó sus estudios en esa institución, tal como lo acreditan los estados administrativos.
La vida institucional hizo que de aquellos días tan sufridos, rescatara un aprendizaje: evitar ser más "papista que el papa". Si bien había formalismos para cumplimentar siempre me guió la conciencia del hacer más que el concepto de prolijidad. Punto flojo en este pequeño espacio en el que habitamos donde todos miramos para el mismo lado, donde el lugar ajustado del deber ser nos controla y no hay lugar para ser diverso, mucho menos cuando de papeles se trata. Ahí estaba nuevamente dentro de la pequeña lata claustrofóbica, intentando hacerme la freedom cuando viene una maestra con una planilla de promoción toda arrugada. Me llama la atención, dada mi mala costumbre a hacer todo rápido y desprolijo pero hacer. Me dice que por el renglón que dejo libre la prosecretaria le dice que la tiene que hacer de nuevo. Espontáneamente me sale: la tenes que hacer de nuevo por todos los borrones y arrugada que está esto!!! Es cualquiera!!!. Pero la tengo que hacer de nuevo?? Si, respondí a través del cuadradito de chapa abierto que nos separaba.
domingo, 10 de diciembre de 2017
Yo. Tu
sábado, 14 de octubre de 2017
lunes, 9 de octubre de 2017
Amarre
domingo, 8 de octubre de 2017
Miramor
domingo, 1 de octubre de 2017
Soledad
Tantos días compartidos y te busqué esa jornada
¿Es la bruma del encuentro que no nos deja?
¿El cansancio concentrado que no renueva?
¡Decidme si al final de mi tarea estaréis!
Decidme si te encuentro en otros planes,
de tus luces, tus proyectos, la espera...
martes, 12 de septiembre de 2017
Maestra
viernes, 11 de agosto de 2017
Y seremos libres por prepotencia de trabajo!!!!
jueves, 27 de julio de 2017
Piel dulce pelo negro ojos cafés
"Ella dice que deberían llegar a vivir como lo hacen,
con el cuerpo cansado en un desierto; en el espíritu, el
recuerdo de un solo beso, de una sola palabra, de una sola
mirada para todo un amor". Marguerite Duras
viernes, 7 de julio de 2017
Profesor taxi
Corriendo como todas las mañanas, intentando dar el ejemplo y no cargar con mi estrés de culpa el inicio de la clase entré en 5° 2° para encontrar una media docena de caras semifrecuentes entre la veintena que debería estar allí para disfrutar del “encuentro”. Siempre entro recalcando la alegría volver a verlos tras semanas de paros, ausentismo docente por enfermedad, otras cuestiones burocráticas ajenas a la responsabilidad docente y siempre recibo de ellos un “¡y si usted no vino!. Tras ese hermoso recibimiento abrimos libros y carpetas para ver dónde habíamos dejado y descubro que siempre fue mucho más el recuerdo de la clase en la que habíamos discutido “Cabecita negra” o la lectura antiperonista de “Casa tomada” que lo que había quedado plasmado en la carpeta. Pregunto si pudieron hacer el relato recuperando el concepto del “cabecita negra” y vuelven a surgir las historias de discriminación, el uso del término negro de m…
Ahora… ¿qué pasa? Pudimos hablar mucho al respecto, pudimos dar ideas de cómo comenzar un relato, pudimos establecer los narradores, pudimos desterrar el prejuicio de que la narrativa puede basarse en un yo, pero principalmente no debemos pensar que “Ese es yo”. Siempre insisto en el concepto de que al igual que otras materias el conocimiento lo tienen ellos, lo expresan lo cual no quiere decir que “sean ellos”. Obviamente es inevitable, la resistencia parte de la lectura de textos que los atraviesan directamente, que los interpela y vinculan con la propia vida. Los textos les preguntan quiénes son, por qué les tocó vivir esa realidad. Es la imposibilidad de la escritura de Semprúm, es “escribir o vivir”. Encontrar como Barthes que uno escribe por aburrimiento o para no agarrar una pala y cavar su propia fosa es una tarea no del todo sencilla cuando el mundo se presenta como un lugar inhóspito ante el cual la “escritura del yo” es una válvula de escape acerada, replegada y oculta para evitar sucesivas perturbaciones o liberaciones inservibles, que no pueden modificar las condiciones materiales, sociales, emocionales de esos jóvenes. La consigna muchas veces queda irresoluta, se resuelve grupalmente o empecemos a “flashear chicos” : “se puede vivir sin pensar…” termina el cuento de Cortázar y yo lo planteo como pregunta. Automáticamente salen las disertaciones más elocuentes, ahora, frente al “Cabecita negra”, frente al “Gato negro”, la cosa se pone más difícil. Está en juego ¿¡quién soy!? Comienzan las preguntas: ¿está bien cómo voy, puedo poner así, me lo lee, risas, comentarios grupales, pero no hay escritura…? Como dice Arfuch, “todo relato de la experiencia es (…) expresión de una época, de un grupo, de una generación, de una clase, de una narrativa común de identidad” (2002: 79). Una identidad que en este caso entra en desasosiego y le cuesta distanciarse para poder narrar lo que conoce y de aquello que está muy distante, le cuesta encontrar las palabras para representar lo que desconoce.
Y yo ¿quién soy? ¿quién escribe sin encontrar el auditorio?
Parias
Parias, desolados, nihilistas y
perdidos;
desencanto y melancolía declaman
aturdidos.
Ilusión hecha poesía salada, exudada
desidia del día. Lugar para el reclamo,
gritos aclamados,
angustia blanca reconcentrada de
ignorancia, desasosiego…
No saber: la espera irónica se toma un
descanso
mientras el oboe tristemente retiene
los trinos.
La copa de vodka, seco garguero del
alma,
disfruta de los labios libidinosos.
Las manos que no se entregan a otras
manos.
Los cuerpos estiran, las voces
murmullan,
la puesta respira, la Rusia cobra vida,
La Vida.
Vivir el desencanto, vivir el
aburrimiento
vivir la decadencia, vivir del
pensamiento
soltar la furia, desgarrar los cuerpos,
tensar las pieles, genitales sueltos,
ocultar vergüenzas, perversiones secas.
Sueltas el ruido y las miserias
para despertar mañana enlodado,
esperas.
lunes, 19 de junio de 2017
Thánatos
¿Y quién será el padre ahora?
quien cuide mis destinos, valore estos
tránsitos
contemple mis fracasos.
¿Quién será el padre siempre?
quien vele por los míos, desangre
ilusiones,
añore sin perjuicio.
¿Quién fue el padre antes?
antes de conocer el olvido, antes de
ser olvidado,
antes del destierro insospechado.
¿Quién será ese padre inexistente?
el que sostuvo mi mano crédula, el que
juró amor eterno
el que desapareció en el tiempo.
¿Quién ha sido él forjando su destino
transita su fracaso, ahogado en su
delirio?
¿Quién hubiese sido si amando
descendencia,
añora con dulzura paciencia de sus
pasos?
¿Quién habrá de ser entonces raíces de
lo nuestro,
se enraíza en el recuerdo y nutre
nuestro suelo?
¿Quién podría haber sido plena
existencia firme,
presente en esta alma destrozada de
vacíos?
El padre es la muerte que se acojona
vira sobre sus talones y vuelve sobre
su marcha;
recuerda el desencanto, se relame de
tristeza;
perdura en la sola idea obsecuente y
fastidiosa
de dar por terminado aquello que nunca
llega.
domingo, 11 de junio de 2017
Tu reloj, nuestro tiempo
Tu reloj, nuestro tiempo
Oscar, artesano de la vida
Fue tu tiempo el tiempo de los jóvenes:
reloj de arena tintineante de vida;
medida incauta de las almas en ciernes;
espacio del tiempo que alojas cimientes;
pedazo de cielo, proyectos en mente.
Fue esta vida que te dejó sin prisa…
Sin aire respiras el sol que iluminas,
pausada la fuerza de pasiones vivas
enciende ilusión tu recuerdo en vilo,
añoranzas plenas de placeres, de vinos.
Ganas me quedaron rondar por las fondas,
las charlas pausadas de la colección
que añoras,
libros, vinos, juegos, un billar que
aflora
como un estandarte de tu voz ronca.
Mirada dulce que esconde el recelo
de viejas historias, de noches sin
sueño,
de resentimientos fluídos de odio,
de nacer humano y ser roble añejo.
Y fueron quebrachos tus piernas, tu
alma
y fueron de pino tus manos cansadas.
El tilo cubrió tus sueños maduros
¡trastoca el reloj que cambie su
rumbo!!
Danos el tiempo necesario y limpio
de momentos firmes, de amores tristes
de pasar instantes plenos de saberes…
¡que tus canas blancas refresquen mi
mente!
Porque las ganas no te abandonaron,
ni la obstinación de sentirse vivo
de pensar el cuerpo como ya el olvido;
saborear las vides, retomar los goces
alejar los males como sueños atroces.
Hedonista acérrimo enseñadme el camino
de la vida plena, ¡sin tanto nihilismo!
lunes, 15 de mayo de 2017
Arreglador suburbano
No querer que la noche traiga lo que el día niega