Mirar hacia la derecha. El sol
que se refleja en las piedras tornasoladas, grises con sus vetas blancas
anuncian los tesoros que se esconden en las entrañas. Vetas que denuncian un
pasado, el cercano mundo en el cual sólo los árboles constituían la presencia
oportuna de los tiempos. Y el sol, fiel testigo del deseo deja entrar el
plateado de la vida acuñada en su savia. El vuelo rasante se lleva consigo los
pétalos amarillos, latentes del efímero insecto. Otras voces se escuchan a lo
lejos, risas y juegos que peligran en el incesante y rítmico canto del agua que
corre. Corre! Corre! Se escucha a lo lejos y los risas dejaron paso al maullido
confuso del ave que quiere ser felino.
Mas acá el deseo del ser Se
entremezcla con el cantar de la cascada. Los verdes te embriagan y el reflejo
del sol baja por el horizonte serrano. La luna da sus primeros pasos y el
frescor de la tarde enluta el brillo, celeste, celeste, caprichosamente
infinitamente celeste del cielo límpido. Bufar de seres añorados cuyas voces se
cuelan en el bosque. Qué será de tí querido que esperas el cariño de tu amo
dependiendo todo tu absoluto ser del mismo
Imposibilitada para narrar me
dejo subyugar con el sentir, el parecer, el observar...
Redondez cual el mundo
soportas los embates de la furia arrasadora del canal.
Donde paran tus aguas
aleteando, dónde dejar de existir para convertirte en evaporación, en ausencia?
Cuidando la ortografía me
instalo en las palabras. Aquellas que me fueron dadas, aquellas que me van
surgiendo y surtiendo de las ideas de la emoción, del encuentro con la emoción.
Y en tus disgregaciones infinitas sales al encuentro de tí, natura fuente de
toda verdad que defines en una imagen al paseante libre de toda verba que
sobrándole las fuerzas la deja fluir ignorante.
brota de tus entrañas la
fuerza que ahoga mi voz en llanto de emoción reprimida y me ahoga en palabras
vanas.
Se agolpan los seres cual
insectos chupasangre buscan el fluído, el calor, la energía de la vida para
existir. Sus pintitas de colores se pierden en la espesura del dorado que
emerge tras la corriente. Desead por una vez que tus colores fluyan hacia aquel
lugar donde evaporan tus fluidos en refrescos manantiales la mañana.
Desea que la tarde se haga voz
para encontrar el canto que acompañe tu ritmo, San Antonio, dulce frescor del
ocaso.
Deseosos saludas! Qué imágenes
percibes en las alturas, donde tus pequeños placeres de superioridad se
encuentran con la fascinación del cielo, donde los pájaros te cuentan ínfimas
anécdotas de emociones perdidas? ..
Y en las profundidades del
lecho estabas agazapado, buscando las microscópicas sustancias que te provee la
riqueza de mi tierra. Allí yo me aparecí para destruir tu mundo encantado de
soledades de piedras negras, chillar de cigarras molestas, piar de nuevos
amaneceres y cantos incesantes.
Grotesco monstruo del río,
sales disparado con tu corpachón negruzco, confundido entre las piedras,
rastreas el fondo que has transitado miles de veces esperando encontrar vaya a
saber que nuevas celosías que abran otros mundos.
Y te encuentro en ese estado,
deliberadamente abierto al encuentro con el nuevo mundo, el lugar virgen de tu
mirada acusadora de los tiempos reclama Vida!
Tiempo para vivir y sentir
como los huesos se desperezan al contacto con el aire, cómo la vista da lugar a la mirada y deja transitar
la ensoñación, cómo la respiración se abre y el aire enriquecido de tu verde
ingresa a mi sangre sórdida. Tiempo para verte crecer como veo desarrollar la
madreselva perfumada del jardín de mis encuentros con la vida, allí donde las
tardes me habilitan el pensamiento, siento que te debo el alma, siento que la
pobreza de mi corta pericia para la entrega dejó truncado tu pobre corazón
lleno de ansias. El tiempo que se asoma esta mañana aquí donde el reloj de
arena suspende sus partículas flotando en la alegría necesaria.
Qué bueno encontrarme hoy on el tiempo
necesario para perder... Poder concentrar las energías en perder, dejar las
ganancias para el pederasta de la vida
que arrebató el silencio al desgarro de la infancia. Las ganancias
perdidas del idiota que no ha encontrado la resolana de la tarde, la paz del
ocaso, que realmente se ha perdido en el afán especulativo.
Dejarme llevar encontrando las
palabras adecuadas que me estremezcan el alma, que logren la emoción de
clavarme un puñal allí bien adentro de las entrañas ara poder liberar del todo
estas ganas de gritar y patalear y revolcarme... Y vivir...
Qué bueno! Que las mejillas se
me empañen de todo lo que hay para decir si al decir lo que es tan propio
se confunden las voces del origen, me asaltan las palabras que olvidaste hace
años cuando olvidaste lo que era vivir.
Y mi interlocutor a cambiando constantemente y le hablo a la
natura prodigiosa que se esmera en conmoverme, que me ve al pasar inconclusa y
se esfuerza en dar completud a la miseria existencial y a esta necesidad
constante de tragedia, este afán fatídico
Y todos vivimos en la soledad
de nuestras almas que no encuentran su camino a la felicidad. porque me miraste
con un desliz y aparte tu mano de mis glúteos e instantaneamente el mundo cedió
bajo los pies. Fue tu amor incondicional el que dejo de existir cuando sentiste
el rechazo o mas bien la determinación de una necesaria autonomía y
preservación de mí. De lo mío que es mi cuerpo y mi espacio para decir no a tan
pocas cosas como dormir una siesta sin culpa a tu lado o leer sin dirigirte la
palabra por una hora, o levantarme para salir disparada hacia el río sin tener
que dar una explicación. Pero todo tuvo su consecuencia y su castigo: vos
también encontraste el espacio de rebeldía para ausentarte de mi vida toda la
tarde y darme el aire "que necesito". Y aquí estoy, sola, frente a la
escritura y la tormenta. Con el intenso calor cordobés de las tardes frente al
San Antonio, deseosa de que te despiertes para que con una mirada amorosa yo
deje de sufrir esta acidez que me perfora el estómago, producto de la ansiedad
que me provoca no saber como "ser". Y si en mi necesidad de
"ser" me quedo sola, sola con mi maravillosa alma" para
disfrutarla bien a pleno, sin rendir cuentas a nadie, pero sola. Sola para
seguir contándome en mi nueva tablet lo sola que se puede estar
.
Te levantaste para no decir
nada, pasar por mi lado ignorando mi dolor. Hacer que el amor duela es parte de
la fantasía romántica de estar enamorado. Si no existieran estos pequeños
desapegos cómo podría reconocer el instante en que vuelves a mi enamorado a la
entrega que nos debemos para reconciliar el amor ?.
Al encuentro de la soledad
Y te embargó la pasión. La del
niño que se empecina en lograr que sus personajes de fantasía cobren vida . Es
el hambre de trascender que te encuentra día a día intentando asirte de
pequeños desvíos del mundo para acercarte a un más allá que te ubica más cerca
de la humanidad. Es el deseo irrefrenable de dejar de ser el trabajador, el
padre de hogar, el hijo para pasar a representar el papel de las nobles almas
del arte. Es tal vez, la inquietud que te hace expresar en un juego infantil y
desquiciado la necesidad de ocupar el espacio. Es la necesidad de jugar, como
aquí me encuentra dando paso a las palabras que no son más que un código de
aquello que jamás se puede transmitir porque no hay lenguaje para el alma.
Será tal vez la poesía aquella
responsable de mirar con otros ojos el sentir?